Diego López, el portero que simbolizó el 'mourinhismo' en la guerra contra Casillas

Diego López se retira. Tiene 42 años y estaba sin equipo después de que en la última campaña (2022/23) militara en el Rayo Vallecano, sin apenas jugar partidos. Se despide así, en silencio y anunciándolo en una charla en su Lugo natal, un gran portero, un guardameta reconocido porque hace una década protagonizó una de las luchas más duras en una portería.

López, que llegó a ser internacional con España en 2009, fue el guardameta que eligió José Mourinho para dejar de forma permanente a Iker Casillas en el banquillo. Eso fue en 2013 y en el apogeo de una guerra que supuso un terremoto social y mediático en el Real Madrid. Ha pasado algo más de 10 años de aquello y el nombre de Diego López irá acompañado siempre a eso... pese a que hizo muchas más cosas en el fútbol.

En realidad Diego López fue fichado por el Real Madrid por una lesión de Casillas, que sufrió una fractura en su mano izquierda que le obligó a estar varias semanas fuera. Mourinho apostó entonces por fichar al gallego, que era canterano blanco pero que estaba en ese momento en el Sevilla (y había estado cinco años en Villarreal). El asunto es que Mourinho lo hizo no para sustituir a Casillas por la lesión sino para hacerlo de forma permanente. Ya había dejado a Iker como suplente en dos partidos anteriores a esa lesión.

Recordada es la rueda de prensa del portugués en la que sentenció a la leyenda madridista y dio los galones al portero gallego, algo que de forma involuntaria le quedó siempre (para bien y para mal) en su trayectoria, ya que López no eligió eso. «Para mí Diego López me gusta más como portero que Iker Casillas, es simple», dijo Mourinho. «No tengo ningún problema personal ni quiero perjudicar a nadie, me gusta más Diego porque juega bien con los pies, sale a los centros, domina el espacio aéreo. Iker es un fenómeno entre palos, pero me gusta más otro tipo de portero», continuó Mourinho en una famosísima rueda de prensa.

Diego López, del que todos los que han trabajado con él hablan de un profesional intachable, estuvo en el Real Madrid en una época convulsa en la que él era símbolo del mourinhismo porque fue una petición de Mourinho. Los del otro bando, los 'casillistas', le vieron como culpable de que su ídolo se apagara. Fue una tensa relación en la que López fue víctima involuntaria ya que él acudió a la llamada del Real Madrid (quién no lo haría) y cumplió con notable su trabajo.

Diego López fue titular en el tramo final de esa temporada, la 12/13, en la que el Real Madrid no ganó ningún título y derivó en la marcha de Mourinho. Sin embargo López se quedó con Ancelotti, que llegó en el verano de 2013, y al que sus ayudantes (entrenador de porteros incluido) le dijeron que siguiera Diego como titular por delante de Casillas, que era mejor en ese momento. En un ambiente todavía muy tenso Ancelotti optó por poner a Diego López de titular en Liga y a Iker Casillas en Copa y Champions. Lo hizo, según reconoció el técnico, para tranquilizar y pacificar la situación.

Diego estuvo en el Real Madrid hasta ese 2014 y después se fue al Milan para regresar a España, concretamente al Espanyol, en 2016. En el club catalán volvió a demostrar su grandeza convirtiéndose en uno de los mejores porteros de España, acabando como capitán del club y convirtiéndose en todo un ídolo. Si hay un equipo con el que se relacionará a Diego López será siempre el Espanyol.

Se retira así un gran profesional, un buen portero y un hombre que vivió de todo en el fútbol. Fue integrante del Real Madrid Castilla que ascendió a Segunda (y en el Bernabéu) en 2005. Vivió la consolidación y despegue del Villarreal, regresó por méritos propios al Real Madrid, llegó a ser internacional –aunque le quedó la espina de que no fuera convocado por Del Bosque al Mundial 2010– y fue (lo es ya) toda una leyenda en el Espanyol, uno de los equipos con más historia en el fútbol español. Se va Diego López y con él se va una etapa de nuestro fútbol.