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Kylian Mbappé, en un entrenamiento del PSGAFP

En Francia se hartan de Mbappé: «Estoy cansado de escuchar charlatanerías sobre su futuro»

Kylian Mbappé no deja de ser protagonista. La gran estrella del fútbol europeo acaba contrato el próximo verano, por lo que desde el pasado 1 de enero es libre para negociar su futuro como quiera, con el club que quiera y sin obligación de dar explicaciones a su actual equipo, el PSG.

Eso provoca que se pueda formar otro culebrón como en los últimos dos años, aunque realmente el caso Mbappé, su futuro y todo lo que rodea al delantero viene como mínimo desde hace un lustro.

Esto acaba cansando y en Francia ya son varias las voces críticas contra Kylian, que también tiene gestos que no ayudan a tranquilizar la situación. Por ejemplo, se negó a que los compañeros del PSG le hicieran el cariñoso pasillo que se hace cuando uno cumple años.

El primero en levantar la voz ha sido Christophe Dugarry, campeón del mundo con Francia en 1998, un exfutbolista que si bien no es de los mejores de la historia del fútbol francés sí es una de las personas más influyentes en la actualidad. «Tengo la impresión de que cada seis meses es: se queda, se va... Eso me molesta», comenzó Dugarry, que entre otros equipos jugó una temporada en el Barcelona.

El exjugador fue más duro: «Estoy harto de esto. Quiero que Mbappé se embarque en un proyecto de club y deje de estar en un proyecto más personal. Estoy cansado de escuchar charlatanerías sobre su futuro club cada seis meses. Estoy harto. No me interesa, ya no me interesa. Espero que se vaya».

Esta opinión empieza a ser más escuchada en Francia, donde no conciben que Mbappé siempre juegue con su futuro. Esta vez, y como en 2022, ha llegado a enero sin su renovación hecha y con esa posibilidad de irse gratis en junio, pero también en esa posición de poder para apretar y sacar más dinero al PSG, que es lo que hizo hace dos años.

«Quería todos los poderes, ser el líder del equipo y ahora que lo es sentimos que es un niño pequeño», añadió un Dugarry que refleja una visión que se traslada también al entorno del PSG, equipo que ve que el jugador no renueva y que activa toda la presión para convencerle.