El Atlético reacciona a tiempo y supera con más sufrimiento del esperado a un resiliente Lugo

No ha sido un partido fácil. El Lugo le puso contra las cuerdas y estuvo cerca de hacer soñar a su afición, pero el Atlético de Madrid, sin hacer un buen partido, reaccionó a tiempo y aprovechó la calidad individual de sus jugadores para salvar su honor y para pasar de ronda en tierras gallegas (1-3).

Había ganas de Copa en el Anxo Carro de Lugo, la ciudad gallega caracterizada por su imponente muralla. Y no era para menos. Recibir al Atlético de Madrid no se consigue todos los días y qué mejor regalo de Reyes para el CD Lugo que enfrentarse en este día tan señalado al equipo de Diego Pablo Simeone. Y el ambiente en el estadio lucense era magnífico.

Sin embargo, esa ilusión se esfumó rápido. El Atlético no quería sustos y salió con una agresividad tremenda, intimidando al Lugo. Y en el minuto uno de encuentro, Ángel Correa se encargó de anotar el 0-1 tras aprovechar un gran pase de Javi Galán, que recibió de Saúl, por banda izquierda. Gran inicio del conjunto rojiblanco para disipar las (pocas) dudas que podría haber en este encuentro copero.

El 0-1 le dio esa tranquilidad al Atleti. Adelantarse tan pronto en un partido de Copa del Rey ayuda mucho, ya que en un partido así si el equipo grande no consigue marcar pronto... el pequeño puede aprovechar cualquier despiste para dar la sorpresa.

El Atlético de Madrid estaba muy cómodo sobre el césped del Anxo Carro. El control del encuentro era rojiblanco, pero el Lugo tenía claro que iba a competir hasta el final. El equipo albivermello tiene futbolistas con muy buen pie y, con el paso de los minutos, intentó, a través del balón parado, poner en apuros a Oblak. Y esas llegadas las estaba generando Antonetti, uno de los delanteros más peligrosos e insistentes de la 1ª RFEF.

Mejoría local

El Lugo estaba jugando de maravilla y, poco a poco, iban generando mucho peligro. Thiago Ojeda, Víctor Narro y Antonetti estaban siendo los jugadores más determinantes del equipo gallego y el Atlético respiraba aliviado. El equipo de Simeone bajó sus prestaciones y el protagonismo lo estaba teniendo el equipo de Paulo Alves.

Quien avisa no es traidor. El Lugo estaba intimidando al Atlético de Madrid, llegando con facilidad y, a falta de seis minutos para el descanso, Antonetti aprovechó un balón largo del portero Tabuaço, recortó hacia dentro y se sacó un disparo cruzado inapelable para hacer el 1-1. El Anxo Carro se vino abajo. Y con el dominio del Lugo se llegó al tiempo de descanso.

Simeone no estaba nada contento con la actuación de algunos jugadores de su equipo y, tras el intermedio, el técnico argentino llevó a cabo un triple cambio para buscar una mejoría y, evidentemente, el segundo gol. Griezmann, Koke y De Paul entraron por Söyüncü, Riquelme y Correa. Toda una declaración de intenciones.

El encuentro estaba muy equilibrado y podía pasar cualquier cosa. El Atlético de Madrid no estaba nada cómodo y el Lugo sabía que tenía una oportunidad inmejorable para darle una alegría a su afición. Y en ese sentido, el Anxo Carro empezó a ejercer de jugador 12 y se empezaron a escuchar gritos de «Lugo, Lugo, Lugo».

El Atlético sentencia el encuentro

El equipo gallego se lo estaba creyendo, pero no estaba siendo capaz de materializar sus ocasiones. Y en torneos como la Copa del Rey... el no aprovechar las llegadas pasa factura. Y eso fue lo que hizo el Atlético de Madrid. El equipo de Simeone tiene mucha calidad y un errático Memphis firmó una buena jugada para poner el 1-2 en el marcador.

El conjunto colchonero se quitó una losa de encima con el tanto del delantero neerlandés y el segundo gol le sentó como un jarro de agua fría al Lugo. Con 1-1, el equipo gallego tenía serias opciones de eliminar al Atlético, pero, al final, jugar contra un equipo de Primera es realmente complicado. Y ese desánimo lucense provocó el 1-3 y el doblete particular de Memphis.

El Lugo peleó hasta el final y su afición disfrutó de lo lindo. El resultado final no reflejó, para nada, la buena actuación del conjunto albivermello y Paulo Alves y compañía pueden estar orgullosos. Jugando así... regresar a Segunda es muy posible. Pero la Copa del Rey es otra historia.