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José Enríquez Negreira, exvicepresidente de los árbitros españolesEFE

Revelan el contenido del email enviado por el hijo de Negreira a los árbitros que dejaron de contratar sus servicios

Se ha desvelado el mensaje que Javier Enríquez Negreira enviaba a los árbitros que al parecer dejaron de contratar sus servicios, cuando salió a la luz el escándalo

El caso Negreira sigue teniendo nuevos capítulos después de que los árbitros pidiesen respeto en una rueda de prensa previa a la final de la Supercopa de España asegurando que «no son corruptos» y que apenas coincidieron con Negreira en la Federación.

Esto ha coincidido con un análisis que está llevando a cabo El Partidazo de COPE con las declaraciones de los 21 árbitros convocados en relación con el caso Negreira, ante la Guardia Civil. La pieza, que está en manos del Juez Aguirre, abarca 1130 folios que revelan una gran cantidad de detalles cruciales en la investigación.

Entre los 21 declarantes, 12 ya no forman parte del arbitraje activo, mientras que nueve mantienen alguna conexión con la Federación Española de Fútbol. Todos ellos en su alegación hablan del desconocimiento sobre los pagos del Barcelona a los Negreira, asegurando que se enteraron del asunto a través de la prensa. Afirman, además, que Negreira nunca insinuó interferir en los resultados y aseguran que los pagos al Barcelona no afectaron la integridad de la competición.

Un detalle previamente obviado es la participación del hijo de Negreira, quien no solo transportaba a los árbitros al Camp Nou, sino también a los campos del Espanyol, Girona, e incluso a algunos clientes de Segunda División, llevándolos a los campos del Nástic de Tarragona y del Girona.

El Partidazo de COPE ha hecho público un correo electrónico enviado por Negreira hijo a los árbitros que dejaron de contratar sus servicios tras destaparse el escándalo. En el email, Negreira se desvincula por completo de su padre, expresando que la opinión pública ha malinterpretado informes técnicos como espionaje, y la preparación mental como persuasión e influencias corruptas.

El correo concluye con la afirmación: «Pienso seguir confiando en las personas en las que siempre confié. En una en particular, tal vez no confíe, pero eso es un asunto familiar. Por cierto, por si aún no te has dado cuenta, 'yo tampoco soy Negreira