50 equipos han dicho «sí» a la Superliga, que tiene previsto comenzar la competición en 2025
Cada vez más clubes preguntan a Reichart por la puerta de atrás y esperan al veredicto judicial que tiene el último paso en Madrid
Así se gestó la victoria de la Superliga y el Real Madrid: se terminó el monopolio de UEFA y FIFA
Las cosas de palacio van despacio. Vísteme despacio que tengo prisa. Florentino Pérez y Joan Laporta quieren dar los pasos muy medidos y cuidadosamente para que el objetivo de la Superliga llegue a buen puerto sin problemas extraordinarios que puedan surgir por decisiones equivocadas.
Bernd Reichart, consejero delegado de la Superliga, tiene esa lección bien aprendida y todos los movimientos se llevan a cabo con pulcritud y con pasitos cortos hasta que la Justicia madrileña, la que dio origen al caso, emita su veredicto final el 14 de marzo a las 10 de la mañana en el Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid.
Real Madrid y Barcelona, los equipos que han dado la cara en este reto, comenzaron esta batalla en ese Juzgado 17 y lo que presentaron en la Unión Europea fue la denuncia de la posición dominante de la FIFA y la UEFA. Los jueces de la UE admitieron el «abuso de poder» de los dos grandes organismos del fútbol internacional y ahora la Justicia española debe emitir un veredicto que confirme ese abuso monopolístico de la UEFA de Ceferin y de la FIFA de Infantino.
Madrid decide
La Justicia española decide el futuro de la Superliga y, por ende, el porvenir de la Champions. El Real Madrid y el Barcelona esperan con lógica cartesiana que, si el Tribunal de la UE acusó a FIFA y UEFA de posición dominante, el Juzgado madrileño corrobore esa mala filosofía y decida que la Superliga puede organizarse ya, inmediatamente.
A22 Sports tiene previsto comenzar la competición en 2025, pero saben que si la Justicia española les da la razón será la UEFA la que intente dialogar con la Superliga para alcanzar un acuerdo que no es sencillo.
En esta tesitura, Reichart juega buenas cartas, porque la Superliga ya ha prometido cinco mil millones de euros anuales durante un trienio, quince mil en total, mientras la Champions de Ceferin solo ha obtenido 3.800 este curso. A22 Sports señala también que el nuevo torneo debe controlar sus negociaciones con las televisiones internacionales y que al menos el 90 por ciento de los ingresos televisivos sean para ellos, los equipos que fichan a los jugadores, no como sucede hoy, que la UEFA se lleva el 35 por ciento sin arriesgar nada, sin poner ni el circo ni los enanos. Y la propia UEFA negocia los contratos televisivos en su beneficio. Los equipos piden negociarlos ellos, intervenir en ese acuerdo que es la clave económica de las copas europeas.
50, de tapadillo
No será un diálogo fácil, pues los prolegómenos han sido duros, con encerrona de Ceferin a Reichart en la sede de la UEFA, rodeado de los enemigos de la Superliga, empezando por Gil Marín y Al-Khelaifi. Ahora, Reichart habla a Ceferin de igual a igual y A22 Sports juega con piezas blancas la partida más importante del fútbol internacional.
En secreto, sin que se descubran sus intenciones, muchos presidentes de clubes han hablado con Bernd Reichart para interesarse por las condiciones deportivas y económicas que tendrían en la nueva competición. Saben que cobrarían más dinero por el mero hecho de estar en la lista.
Ya son más de cincuenta los que han cuestionado al consejero delegado del torneo en qué división comenzarán y cuánto dinero percibirán. Olympique de Lyon, Olympique de Marsella, Nápoles, Barcelona y Real Madrid hablan abiertamente de su apoyo a la Superliga. Hay otras decenas de dirigentes que no se atreven a decirlo.
Dos conceptos diferentes, la revolución
No es sencilla una entente entre Superliga y UEFA porque la nueva competición dibuja tres divisiones continentales en las que los ascensos de la Segunda a la Primera y de la Tercera a la Segunda se dirimen en esas propias competiciones europeas, mientras las Ligas nacionales solo tendrían potestad para cubrir los descensos de la Tercera división europea. Hoy, las ligas nacionales cubren todos los puestos de Champions y Europa League.
Es un cambio de concepto el que proponen Florentino Pérez y Joan Laporta. El fútbol europeo dominante sobre las ligas locales. Es una revolución que cada vez tiene más adeptos. Es una guerra de poder. De momento, han acabado con el abuso y la amenaza.
El Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid puede pasar a la historia y sellar esa revolución en marzo. Las cosas de palacio van despacio, pero ya avanzan tras dos años de espera y de palos en las ruedas colocados por Ceferin, Al-Khelaifi y Gil Marín, entre otros dirigentes. Quedan dos meses para constatar si el cambio tiene luz verde.