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Ángel Franco Martínez en una foto de archivoRRSS

Muere Ángel Franco Martínez, el hombre por el que a los árbitros se les conoce por sus dos apellidos

El murciano formó parte del comité murciano entre 1969 y 1986 y el régimen franquista le obligó a incluir su segundo apellido y así evitar confusiones con el generalísimo Francisco Franco.

Los más jóvenes no se acordarán, pero entre la década de los 70 y 80 hubo un árbitro llamado Ángel Franco Martínez. Este histórico colegiado marcó un antes y un después en la forma de llamar a los árbitros y ha fallecido este sábado a los 85 años de edad en su Murcia natal.

Pero lo anecdótico de todo esto es que, en sus inicios como árbitro, sólo era conocido por su primer apellido. Es decir, Franco. Y cuándo cometía un error arbitral la prensa cargaba contra él y el general Francisco Franco, también conocido como 'El Caudillo', llegó a pensar que las críticas iban dirigidas hacia él cuando en realidad se estaba criticando a Ángel Franco Martínez.

Lo cierto es que Ángel Franco marcó un antes y un después en la denominación de los árbitros españoles, siendo historia del arbitraje. El 13 de septiembre de 1969, cuando se disputaba un Pontevedra - Granada, debutaba el murciano, conocido como ‘Franco’ para los asistentes al partido.

Tras dirigir tres temporadas en la Segunda División, ascendió a la categoría reina del fútbol español. Lo que Franco Martínez desconocía es que, dada su presencia en los terrenos de juego, la denominación arbitral española supondría un antes y un después.

Cuando el murciano dirigía los partidos de fútbol, todavía se vivía en España la dictadura franquista. Los asistentes a los estadios como vía de escape y distracción de la cotidianeidad del día a día. Así, igual que ocurre en la actualidad, lanzaban estudios cuando la decisión arbitral no era de su agrado, pero dada la circunstancia del apellido del murciano, aprovechaban para cargar contra el dictador.

Así, se empezó a escuchar en los campos de fútbol insultos como «Franco, fuera» o «Franco, qué malo eres». Esto obligó a los medios de comunicación, que aprovecharon para colar mensajes como «Franco lo hizo mal» o «Franco estuvo pésimo», a dirigirse hacia él con los dos apellidos, siendo desde ese momento la denominación extensible a todos los colegiados.