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El campo José Benoliel de Ceuta, lugar en el que se produjeron los hechosFederación de Fútbol de Ceuta

18 y 14 partidos de sanción al delegado y entrenador de un equipo de Ceuta por amenazar a un árbitro

Miembros del equipo Sporting Atlético, profirieron «graves» insultos y amenazas al colegiado

Un entrenador y un delegado de equipo de la División de Honor de Juveniles han sido sancionados con 14 y 18 encuentros respectivamente por «graves» insultos y amenazas al colegiado de un partido disputado en Ceuta el pasado sábado.

Según la resolución de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), el entrenador del Sporting Atlético y el delegado de campo de este equipo han sido sancionados con 14 y 18 partidos, respectivamente, por el Juez Disciplinario Único para Competiciones No Profesionales de la RFEF.

La sanción se impone por los incidentes ocurridos en Ceuta el pasado 27 de enero con motivo del partido de la 20ª jornada en el Grupo IV de División de Honor Juvenil que enfrentó al equipo ceutí con el CD San Félix (Málaga) en el campo José Benoliel y que acabó con empate a uno.

El árbitro del partido, el gaditano Francisco David Alonso Ramírez, no cerró el acta en el campo «debido a la alta crispación y para salvaguardar la integridad física del trío arbitral, teniendo en cuenta que al día siguiente dirigíamos otro encuentro en la misma ciudad y para evitar represalias», según indica el acta.

El entrenador Yassin M. ha sido castigado con 4 partidos porque «intentó alcanzar con su mano al árbitro y los términos ofensivos protagonizados en el minuto 47 del encuentro»; y con 10 partidos por «la intimidación empleada al acercarse a escasos centímetros de la cara del árbitro asistente y especialmente por amenazarle de muerte».

Por su parte, el delegado Mustafa A.L. ha sido sancionado con 4 partidos de suspensión por insultar al árbitro «a viva voz y en todo amenazante lo que constituye ofensa al árbitro», 6 por la «reiteración en los términos ofensivos expresados que se produjeron acusando al árbitro de actitud racista, lo que cuando menos, constituye ofensa grave al árbitro» y 8 por «la violencia empleada por el delegado y las amenazas dirigidas a la integridad física del árbitro».