¿Puede afectar el escándalo de la Federación a la candidatura de España para el Mundial 2030?

Apenas unas horas después de que tuviese lugar en Lisboa la presentación oficial de la candidatura España - Marruecos - Portugal para el Mundial 2030, una presentación en la que se oficializó el logo y el lema de esta campaña, el escándalo ha saltado en el seno de la Real Federación Española de Fútbol.

Entrada la mañana del miércoles, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil entró en la sede de la RFEF, en Las Rozas, para llevar a cabo una investigación relacionada con supuestos contratos irregulares en los últimos cinco años. El operativo se saldó con varios detenidos, miembros de la Federación. El expresidente, Luis Rubiales, se libró debido a su presencia en República Dominicana, tal como adelantó El Debate.

Esta operación, este escándalo, no ha pasado desapercibido para los ojos del mundo y, especialmente, para los de la FIFA. Hay que recordar que este organismo fue uno de los primeros en reaccionar a los hechos de Rubiales en la final del último Mundial femenino, apartándole de cualquier cargo del mundo del fútbol.

Tanto FIFA como UEFA llevan meses con la mosca detrás de la oreja respecto a España, debido a la acumulación de escándalos legales y futbolísticos que han socavado la imagen del fútbol nacional. Todo el caso Rubiales con Jennifer Hermoso, el caso Negreira con los pagos del Barcelona a los árbitros, los negocios con Arabia Saudí para llevar la Supercopa de España allí, todos han ido dañando la imagen de España en el panorama futbolístico internacional.

Con la organización del Mundial 2030 en el horizonte, el torneo que es la principal fuente de ingresos de la FIFA, desde Zúrich tienen los ojos puestos en España y se preguntan si es la mejor decisión que sea una de las sedes del torneo dentro de seis años. «Por menos ya hemos apartado a otras federaciones» comentan desde Suiza.

Miembros de las federaciones de Portugal y Marruecos han manifestado su malestar y preocupación por lo sucedido, preguntándose si les podría repercutir a ellos. Están preocupados, pero no solo por los hechos concretos, sino porque tienen la sensación, incluso del lado español, de que hay más preocupación en la RFEF por la reelección de Rocha que por el futuro del Mundial.

Precedentes similares

Al hecho al que se agarran desde España es que la organización del anterior Mundial, el de Qatar 2022, sufrió problemas previos mucho más graves tanto de corrupción como de imagen. Un torneo que llegó muy manchado a su disputa, algo que no afectó en nada a la FIFA, que no se movió un ápice en su decisión de entregarle el torneo al país asiático.

Será en el próximo mes de diciembre cuando la FIFA deberá ratificar la candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos para el Mundial, además de unos partidos en Argentina, Uruguay y Paraguay. No hay otras candidaturas que sean rivales en la carrera por hacerse con el torneo, pero si los escándalos en España continúan su curso y causan malestar en las altas esferas futbolísticas, estas podrían verse obligadas a tomar decisiones drásticas en la candidatura.