El gesto y la decepción de Mbappé después de salir sustituido en el minuto 60 del clásico francés

Desde que se filtró su intención de abandonar el PSG a final de temporada, Kylian Mbappé apenas ha disputado los 90 minutos del partido en una jornada liguera de las seis que ha jugado desde entonces el equipo parisino. Ese encuentro que jugó en su totalidad, por cierto, un 2-6 ante el Montpellier, él lo resolvió con un hat-trick.

También jugó los 90 minutos en la vuelta contra la Real Sociedad en los octavos de la Champions League, y en el partido ante el Niza de cuartos de final de copa. En liga, sin embargo, donde el PSG lleva una buena ventaja, Luis Enrique parece estar «castigando a su estrella» limitándole los minutos. O, como ya manifestó el técnico asturiano, simplemente está buscando acostumbrarse a un futuro sin él. Sin importar el rival.

Esta jornada el equipo de la capital francesa visitaba al Olympique Marsella. Un estadio muy complicado y un partido que siempre es especial, el «clásico francés», por más que el OM esté en un momento mediocre, situado séptimo en la tabla.

A los parisinos se les complicó el encuentro cuando se quedaron en inferioridad en la primera mitad, fruto de la expulsión del central brasileño Lucas Beraldo. Nada más arrancar la segunda parte se adelantaron por medio del portugués Vitinha, pero en el minuto 60, con todo en el aire, Luis Enrique decidió sustituir a Mbappé.

El partido estaba lejos de estar cerrado, la ventaja era mínima y la inferioridad les daba una desventaja, pero eso no afectó un ápice a la decisión del exentrenador del Barça. Sustituyó a su estrella, que se marchó poniendo mala cara y resoplando. En el que seguramente haya sido su último clásico, Kylian se fue sin marcar. Y es que esta restricción de minutos que está sufriendo también está afectando a sus registros goleadores. A falta de siete jornadas, lleva 24 tantos, cinco menos que en la temporada pasada y nueve menos que en la 18/19, su año más prolífico.

Ahora, el miércoles el PSG jugará las semifinales de copa ante el Stade Rennes, donde sí se espera un partido completo de Mbappé. Igual que en la eliminatoria europea frente al Barcelona, donde, como siempre en este proyecto millonario del equipo francés, la temporada del equipo oscilará en la delgada línea entre el éxito y el fracaso.