El ascenso meteórico del Mallorca en tan solo siete años: de estar en Segunda B a llegar a la final de Copa

Si uno ojea la clasificación histórica de Primera División y ve el nombre del Mallorca en ella podrá comprobar dos cosas. Una: que ocupa la decimoctava posición de la tabla. Y dos: que estuvo un total de 31 temporadas en la máxima categoría del fútbol español. Es decir, el conjunto balear se ha ganado cierto reconocimiento y se le puede considerar como uno de los equipos con más relumbrón del fútbol español.

Y no es para menos. El Mallorca fue uno de los grandes equipos de principios del siglo XXI y logró cosas que muchos soñarían hoy en día. Las dos más significativas fueron, por un lado, la clasificación para una Champions League (2001-2002) que nada tiene que ver con la actual y, por el otro, el ser uno de los pocos equipos (exceptuando los grandes) que tiene en su palmarés una Copa de S.M El Rey (la conseguida en 2003 ante el Recreativo de Huelva). Y a eso hay que añadirle que el conjunto balear contó en sus filas con algunos de los futbolistas más 'top' de aquella época, como Samuel Eto'o, Walter Pandiani, Albert Riera, Ibagaza o Arango, por citar cinco ejemplos.

Sin embargo, eso ya es cosa del pasado. Todavía hay algún aficionado mallorquinista al que se le escapa una lagrimilla cuando se le pregunta por esos tiempos. Y es que la realidad del Mallorca nada tiene que ver con la de la primera década de los años 2000. El fútbol cambió y, por increíble que parezca, cada día se hace más raro ver a un equipo con menos posibilidades económicas colarse en las rondas finales de la Copa y de meter la cabeza en las posiciones de privilegio. Se podría decir que la historia reciente del club balear tiene mucho que ver con el esfuerzo realizado por tres personalidades del mundo del deporte que tienen acento americano.

Se podría decir que el éxito reciente del club balear tiene mucho que ver con Estados Unidos. El 4 de enero de 2016, Robert Sarver –cofundador del fondo de inversiones norteamericano Southwest Value Partners– se convirtió en el máximo accionista del club balear. La llegada de Sarver se vio como un soplo de aire fresco, pero el Mallorca estaba en la UVI. Años más tarde llegarían Steve Nash (exjugador de la NBA e icono de los Phoenix Suns), Andy Kohlberg (extenista) y Stuart Holden, los artífices del éxito actual del Mallorca.

El pesimismo se instaló en el Iberostar Stadi de Palma de Mallorca (hoy en día Son Moix) y el 4 de junio de 2017, el club balear consumó su descenso a Segunda División B, la categoría de bronce del fútbol español. Y fue entonces cuando desde el club se pronunció la siguiente frase: «Vamos a salir adelante y regresar a nuestro sitio». Fue un descenso doloroso. El Mallorca había estado 36 años consecutivos en el fútbol profesional y como se suele decir, el fútbol tiene menos piedad que memoria.

Para tratar de volver al fútbol profesional, el Mallorca apostó por Vicente Moreno, un entrenador que fue capaz de hacer historia con otro equipo histórico como el Nástic de Tarragona. Con el conjunto tarraconense, Moreno consiguió acabar tercero en la temporada 2015-16 y se quedó a las puertas de Primera tras perder en el play-off de ascenso con Osasuna. El técnico valenciano asumió el reto y en tan solo dos temporadas devolvió a Mallorca a Primera División logrando dos ascensos de forma consecutiva.

Temporada 2019-2020. El Mallorca optó por mantener el bloque que había formado en Segunda División B y en una temporada marcada por la pandemia del COVID-19, el club balear acabó descendiendo a Segunda. Ahí se acabó la etapa de Vicente Moreno en Son Moix. Su sustituto fue Luis García-Plaza y en el equipo se quedaron algunos de los futbolistas que no abandonaron al Mallorca cuando se bajó al fútbol no profesional. Estamos hablando de Abdón Prats, Antonio Raíllo y Dani Rodríguez, jugadores que todavía siguen en el club bermellón en la actualidad.

García-Plaza devolvió al Mallorca a Primera y aguantó como técnico hasta el 24 de marzo de 2022, fecha en la que el madrileño fue destituido y sustituido por el mexicano Javier 'El Vasco' Aguirre, uno de los rostros más insignes del fútbol español. Desde entonces, el conjunto bermellón no ha vuelto a pisar la categoría de plata, todo un éxito.

Una final de Copa como premio final

No se sabe lo que pasará con el Mallorca de aquí en adelante, pero la presente temporada tardará en olvidarse. Y es que el club balear ha regresado a una final de Copa del Rey 21 años después. En 2003, su rival fue el Recreativo de Huelva y este sábado 6 de abril, en La Cartuja de Sevilla, el Mallorca se ve las caras con el Athletic Club, un equipo que hace 40 años que no gana el torneo.

El haber llegado a la final de la presente edición de Copa es todo un premio para el Mallorca. Los de Javier Aguirre han dejado por el camino al Boiro gallego (0-4), al Valle de Egüés navarro (0-3), al Burgos (0-3), al Tenerife (0-1), al Girona (3-2) y a la Real Sociedad (1-1 y 5-4 en penaltis). Todo un mérito para un equipo de media-tabla de la liga española.

Independientemente de lo que suceda este sábado en Sevilla, el Mallorca ya sabe que tiene un sitio asegurado en la próxima edición de la Supercopa de España, que se celebrará en Arabia Saudí en enero de 2025. Pero lo que está claro es que el Mallorca querrá dar la sorpresa, querrá conseguir su segundo título copero y buscará la clasificación para Europa. Alicientes más que de sobra para salir a por todas.

En ese sentido, el club bermellón sabe que tiene a todo un veterano de guerra en el banquillo. Javier Aguirre se las sabe todas y a sus 65 años tratará de seguir haciendo historia. Este es el ascenso meteórico del Mallorca en tan solo siete temporadas. De bajar a Segunda B a rozar la gloria en la final de Copa.