Athletic Club 1-1 Mallorca (2-4 en penaltis)
El Athletic vuela alto en La Cartuja y conquista la Copa del Rey 40 años después
El equipo de Ernesto Valverde supo sufrir después de empezar perdiendo y conquista su 24º título copero; la famosa Gabarra saldrá por la ría de Bilbao
Se preveía una final bonita, emocionante y, ante todo, igualada. Y eso fue exactamente lo que sucedió en el estadio de La Cartuja de Sevilla. Después de 120 minutos de agonía, nerviosismo y más ganas que fútbol, el Athletic Club de Bilbao consiguió lo que de verdad querían conseguir sus aficionados: la famosa Gabarra navegará por la ría de Bilbao 40 años después (1-1 y 2-4 en los penaltis).
Una final de Copa del Rey es un momento memorable que no se disputa todos los días. Y cuando lo hacen dos equipos algo menos mediáticos que el Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid, el partido siempre tiene un punto de interés adicional. En ese sentido, el estadio de La Cartuja presentó un ambiente espectacular. No había ni un solo hueco libre y ambas aficiones –Athletic y Mallorca–cantaron a pleno pulmón desde el principio.
Los primeros minutos transcurrieron con muchos nervios. Nadie quería perder y las imprecisiones se convirtieron en el común denominador. Y a eso había que sumarle que el balón le duraba muy poco al Athletic y al Mallorca. Eso sí, el equipo de Ernesto Valverde salió un pelín más enchufado que el de Javier Aguirre y los bilbaínos necesitaban muy poco para acercarse a la portería defendida por Dominik Greif.
El Mallorca supo aguantar las embestidas del Athletic y se dio cuenta de que su oportunidad iba a llegar. Y ese primer zarpazo bermellón llegó en el 21'. El Mallorca sacó de esquina y después de innumerables rebotes, el balón le cayó a Dani Rodríguez, 'El Tigre de Betanzos', que definió de lujo para provocar el rugido de todo el mallorquinismo. 0-1 de un hombre que no abandonó al Mallorca en las malas y que ahora lo lidera en las buenas.
Los pupilos de Javier Aguirre golpearon primero y el mallorquinismo presente en La Cartuja se volvió loco. La final se le había puesto de cara. Mientras tanto, el Athletic lo intentó en velocidad, pero al equipo bilbaíno le faltaba un pelín más para buscar el gol del empate. El Mallorca estaba haciendo mucho daño a través del juego directo, una de sus grandes virtudes.
Cada vez que había un córner en contra, el Athletic sufría lo que no estaba escrito y el Mallorca estaba siendo una auténtica pesadilla a balón parado. Antes del descanso, Nico Williams consiguió marcar el gol del empate, pero el '11' del Athletic estaba ligeramente adelantado y Munuera Montero invalidó el gol del extremo bilbaíno. Al término de los primeros 45 minutos, era el Mallorca el que daba la sorpresa.
Reacción de equipo veterano
Ernesto Valverde no estaba contento con el juego de su equipo y en el tiempo de descanso decidió dejar en el banquillo a Beñat Prados para dar entrada a Mikel Vesga. De esta forma, el plan del Athletic era claro. Quería ganar centímetros por arriba para evitar el dominio aéreo del Mallorca.
Y el que tuvo una gran oportunidad para poner el 0-2 en el marcador fue Cyle Larin. El delantero canadiense ganó el duelo a Paredes y disparó a puerta. La salvación del Athletic se llamaba Julen Aguirrezabala, que hizo un paradón tremendo para mantener con vida a su equipo. El Athletic había mejorado una barbaridad y en el 50', Nico Williams le filtró un pase al espacio perfecto que pilló despistado a Gio González y que fue definido con maestría por Oihan Sancet. El equipo bilbaíno se quitó un peso de encima y volvió a meterse en la final.
Empate y partido nuevo. Esa fue la definición perfecta de lo que se vivió en La Cartuja tras el empate del Athletic. Idas y venidas, acciones vertiginosas y más ímpetu por parte del conjunto athleticzale. El Mallorca estaba empezando a mostrar cierta debilidad. Ese 1-1 le sentó como un jarro de agua fría a los de Javier Aguirre.
El Athletic siguió muy cómodo. Daba la sensación de que el equipo de Valverde estaba mereciéndose más el 2-1 que el Mallorca el 1-2. Pero en el fútbol podía pasar cualquier cosa. Ese es, precisamente, el éxito de este deporte: la imprevisibilidad. Y en la final de un gran torneo el factor sorpresa entra en juego más que nunca.
Con el paso de los minutos, el Mallorca mejoró bastante con balón. La entrada al campo de Nemanja Radonjic y Antonio Sánchez le dio mucha frescura al equipo mallorquinista en ataque. El partido tenía pinta de prórroga y, a pesar de ello, los dos equipos querían intentar marcar el gol que lo evitara. Pero les entró el miedo a no perder y la final se fue a la prórroga.
Prórroga
Superados los 90 minutos reglamentarios, el partido se fue a la prórroga. Y el Athletic salió al tiempo extra con ganas de fiesta y de darle a sus aficionados la ansiada Copa. Pero el ritmo de juego decayó y ninguno quería arriesgar más de lo normal.
Nico Williams seguía con gasolina en sus piernas. Y de sus botas salían las principales ocasiones de peligro. Pero hasta ahí. Las fuerzas estaban empezando a flaquear y parecía como si los dos equipos firmaban llegar a la tanda de penaltis. Pasase lo que pasase, tanto Athletic como Mallorca estaban firmando un auténtico partidazo.
Eso sí, era el Athletic el que tenía más control de balón. Y por su parte, el Mallorca estaba esperando una imprecisión de la zaga bilbaína para montar un contraataque letal que pusiera en aprietos al Athletic. La más clara de la prórroga la tuvo un incombustible Nico Williams. Óscar de Marcos se metió hasta la cocina y le dejó el balón al '11', pero su disparo se fue fuera. En sus botas tuvo la final. Quién sabe si el Athletic acabaría echando de menos esa ocasión fallida. No hubo tiempo para más y la final se fue a la tanda de penaltis.
Ficha técnica
Mallorca 1: Greif; Gio González, Valjent (Maffeo, 91'), Raíllo, Copete (Nastasic, 107'), Lato (Van der Heyden, 111'); Sergi Darder (Manu Morlanes, 62'), Samú Costa, Dani Rodríguez (Radonjic, 74'); Muriqi y Larin (Antonio Sánchez, 62').
Goles: 0-1 Dani Rodríguez (21'); 1-1 Oihan Sancet (50')
Penaltis: 0-1 Muriqi; 1-1 Raúl García; 1-2 Muniain; 1-3 Mikel Vesga; 2-3 Antonio Sánchez; 2-4 Berenguer
Árbitro: Munuera Montero, comité andaluz. Amonestó a los locales Paredes (27') y a los visitantes Muriqi (91'), Radonjic (119')
Estadio: La Cartuja (Sevilla)