Vinicius y un cambio de posición que le reafirma como el jugador que más goles produce en la Champions
Cada vez menos extremo, cada vez más delantero, nadie en Europa alcanza sus niveles de producción en las tres últimas temporadas
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Juntando los partidos de las tres últimas ediciones de la Champions League (2021/22, 2022/23 y la actual, 2023/24), ningún jugador ha producido más goles que Vinicius. El brasileño del Real Madrid ha sido parte directa de un gol hasta en 32 ocasiones (16 goles y 16 asistencias), dejando atrás los 28 de Mbappé, 23 de Haaland y Lewandowski y los 21 de Rodrygo, Benzema, Sané y Salah. Nadie marca tantas diferencias en la mejor competición de clubes del mundo.
La gran modificación que ha hecho Carlo Ancelotti esta temporada ha sido la de ir cambiando, progresivamente, la posición de Vinicius. Ayudado por Fernando Diniz, exseleccionador brasileño, que también le probó ahí, el ´7´ del Real Madrid ha ido, progresivamente, abandonando la banda izquierda, a donde parecía atado, para convertirse en un delantero centro. Uno, ateniendo a los resultados, que está siendo de absoluta élite.
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Los tres últimos partidos del Real Madrid en la Champions, los dos contra el Manchester City y la ida en Múnich, Vinicius ha actuado como delantero centro del equipo, dándole a Rodrygo la banda izquierda y con Jude Bellingham unos metros por detrás, actuando como enganche. Vinicius ahí no solo ha aportado los atributos que se le presuponen, es decir, una endiablada capacidad de conducción, velocidad desmarcándose al espacio y una constante repetición de esfuerzos, sino que ha aportado cosas del que ha sido delantero toda su carrera.
Con el Real Madrid optando por planes algo más conservadores, especialmente en la eliminatoria ante el City de Guardiola, replegando y dándole la iniciativa al rival, buscando defender cerca de su área, Vinicius ha sido capaz, a 50 metros de la portería contraria, de transmitir amenaza como si estuviese en las inmediaciones de la misma.
El brasileño ha ofrecido apoyos poniendo de cara a los suyos o dejándoles en situaciones ventajosas, ha sabido temporizar y retener estando en inferioridad para dar tiempo a sus compañeros a desplegarse, no ha dejado nunca de amenazar al espacio y volver loco a su par (el gol inicial en Múnich) y, por si fuera poco, ha hecho todo eso después de ofrecer un despliegue sin balón tremendo, demostrando muchísima capacidad de trabajo. Cerrando líneas de pase, ha logrado impedir que tanto City como Bayern conecten con facilidad por dentro y ataquen de cara.
Está claro que Ancelotti ve a Vinicius cada vez más como un delantero y menos como un extremo. Un jugador más global, siguiendo la evolución lógica que han tenido otros supercracks de este siglo, de Messi a Cristiano pasando por Neymar, en la que, poco a poco, se va abandonando el lugar de origen, la banda, para influir en el carril central, donde lo hacen los buenos.
Ningún jugador provoca en Europa, ahora mismo, el miedo de Vinicius. Cada vez es más indefendible y su evolución parece no tener fin. Ancelotti le entiende a la perfección, el contexto le potencia y su hambre competitivo no avista final. El Real Madrid tiene una verdadera superestrella en sus manos.