El maltrato a Vitor Roque, la enésima falta de respeto a los valores del «Més que un club»

El 27 de diciembre de 2023, el FC Barcelona anunció el fichaje de Vítor Roque como nuevo futbolista azulgrana y desde el momento de su oficialización, todo el barcelonismo se ilusionó con la llegada del futbolista brasileño. No era para menos, ya que los expertos habían llegado a asegurar que iba para estrella mundial.

Roque aterrizó en Barcelona con toda la ilusión del mundo y desde el primer día le quiso demostrar a Xavi que tenía el nivel suficiente como para ganarse un puesto en el once titular del conjunto culé. Las intenciones estaban ahí, pero al mismo tiempo, Roque sabía que en su demarcación también jugaba Robert Lewandowski y que desbancar al polaco de la titularidad no iba a ser nada fácil.

La del brasileño fue una apuesta personal de Joan Laporta. El presidente barcelonista estaba convencido de que Roque iba a triunfar en la capital catalana. Por eso tomó la decisión de adelantar su fichaje sin contar con el beneplácito de Xavi. La incorporación respondía a la necesidad de cubrir la ficha del primer equipo que había dejado Gavi. El sevillano se había roto el ligamento cruzado anterior en un partido de la selección española ante Georgia en Valladolid y por eso se firmó a Roque antes de tiempo. En condiciones normales, el brasileño se habría incorporado al Barça a partir del 30 de junio.

Pero con el paso del tiempo quedó demostrado que Xavi no quería a Roque. Y eso se pudo comprobar en los cambios que llevó a cabo el técnico egarense en los partidos. El brasileño llegó en el mercado invernal y solo disputó 14 encuentros. Es decir, el Barcelona se gastó 30 millones más 31 en variables para absolutamente nada.

La decisión de fichar a Roque antes de tiempo dejó claro lo perdido que está Joan Laporta en el tema de los fichajes. Si uno no está seguro de un fichaje, lo mejor es no ejecutarlo. Y en ese sentido, la red de ojeadores barcelonista está mucho menos desarrollada que la del Real Madrid, por citar un ejemplo. Al conjunto culé le hace falta un Juni Calafat (el hombre que trajo al club blanco a Vinicius, Rodrygo, Endrick...) en vez de apostar por Artur Dolhai, quien ha demostrado no tener criterio con el fichaje de O Tigrinho.

Y lo peor de todo es que las cosas no han cambiado y para esta nueva temporada, Hansi Flick tampoco cuenta con Vítor Roque. Ha sido una falta de respeto en toda regla por parte del Barcelona. En vez de mimar a un futbolista de tan solo 18 años, lo que han hecho es dejarle en el ostracismo y la dirección deportiva azulgrana, encabezada por Deco, ha tomado la decisión de ponerle el cartel de transferible tan solo siete meses después de haber llegado a Barcelona.

Cabe recordar que el Barça siempre ha presumido orgulloso de ser «Mes que un club», tal y como reza su lema, que tiene como objetivo expresar el compromiso que mantiene el club y que ha mantenido con la sociedad más allá de su estricta actividad deportiva. Pero con el caso de Vítor Roque, la junta directiva azulgrana no ha sido fiel a sus principios y se ha encargado de esfumar el sueño de un futbolista que había aterrizado en España con ganas de comerse el mundo.

En el club azulgrana han pasado de gastarse 61 millones por su incorporación a querer venderle por 40. El club ha salido perdiendo claramente, pero el problema es que Vítor Roque se está mostrando reacio a salir de Can Barça. El brasileño mantiene intacto el sueño de triunfar como azulgrana, pero el club necesita obtener liquidez económica para así poder acometer nuevas incorporaciones que le podrían venir de lujo al equipo en su conjunto.

Nico Williams está en la recámara y el Barça está convencido de que va a fichar al extremo del Athletic Club, pero tal y como dijo Javier Tebas hace no mucho, para fichar hay que dejar salir (la famosa regla del 1:1). Y en estos momentos, el Barça no puede firmar a nadie al no tener capacidad para inscribir a los futbolistas. Por eso, quieren que Vítor Roque se replantee su postura y que acabe abandonando el club catalán.