Terror en Europa con los ultras y la UEFA sigue sin actuar: mecherazos a niños y bengalas en los estadios

La jornada de fútbol europea nos ha dejado esta semana unos protagonistas bastante indeseables. Varios grupos ultras han dejado imágenes lamentables y actos bochornosos en distintos partidos, tanto en Champions como en Europa League o Conference League. Estos grupos radicales, que dicen 'representar' a sus respectivos equipos allá donde juegan, han sembrado el terror en varias ciudades durante esta jornada, entre ellas Gerona o San Sebastián.

Apenas unos días después del episodio vivido en el Metropolitano entre el Frente Atlético y Thibaut Courtois, los ultras se han hecho notar en las competiciones UEFA intersemanales. Hemos podido ver lanzamientos de distintos objetos como bengalas, mecheros, sillas y ha habido varios detenidos. Sin embargo, la UEFA sigue sin actuar contra estos radicales que siguen campando a sus anchas y sembrando el miedo por el viejo continente.

En el partido entre el Girona y el Feyenoord disputado el pasado miércoles, los ultras del equipo neerlandés empezaron a provocar e insultar a los aficionados locales para posteriormente lanzar mecheros y otros objetos a la grada local. Se pudo ver como los ultras del Feyenoord lanzaron incluso una bebida que impactó directamente en un niño del Girona.

El Real Madrid también vivió un ambiente hostil en Lille. Los aficionados franceses llenaron las gradas de bengalas y por momento cubrieron varias zonas de la grada con un humo color rojizo. La seguridad permitió que varios miembros de grupos radicales introdujesen estos objetos que están totalmente prohibidos por la UEFA. A pesar de esto, la máxima entidad del fútbol europeo sigue sin actuar contra esta gente.

Pánico en San Sebastián

Uno de los episodios más lamentables que se han vivido en esta jornada fue el que protagonizaron los ultras del Anderlecht en San Sebastián. Durante la primera mitad del partido, los radicales del conjunto belga lograron romper la valla de seguridad instalada en la grada visitante y empezaron a arrojar varios objetos, entre ellos asientos, a la grada inferior, en la que presenciaban el partido aficionados de la Real Sociedad. La Ertzaintza tuvo que intervenir de inmediato para cargar contra estos radicales.

Muchos socios txuri urdines tuvieron que abandonar esa zona de la grada para evitar ser golpeados por un asiento. El árbitro detuvo el choque durante algunos minutos, pero no se llegó a suspender, ante las insistentes reclamaciones de los jugadores de la Real Sociedad. Algunos jugadores del equipo visitante se acercaron para intentar calmar a sus aficionados, pero de nada sirvió. Al terminar el partido, los jugadores de la Real fueron a increpar a los del Anderlecht después de que estos fuesen a saludar a los ultras.

La Ertzaintza detuvo a cinco personas por los incidentes en la grada visitante de Anoeta, en San Sebastián. Según informó el departamento vasco de Seguridad, una de las personas ha sido detenida por atentado a la autoridad, otra por desórdenes públicos y la tercera por daños y resistencia a los agentes. Las otras dos han sido detenidas posteriormente en relación con los incidentes registrados en la grada visitante.

Los ultras del equipo belga desataron el pánico en San Sebastián y la UEFA no movió ni un dedo. Oyarzabal se encargó de mandar un recado a la entidad presidida por Ceferín al final del encuentro por no tomar medidas: «No puede pasar que la gente que viene a nuestra casa a ver el partido lo tenga que hacer con miedo o se tenga que ir porque cuatro imbéciles se dediquen a tirar cosas. El mensaje de hoy es a UEFA, que se den cuenta de que cosas así no pueden pasar, que esto daña la imagen del fútbol y la suya, porque pueden ser los máximos culpables de que no se haya parado en el momento», recriminó el capitán de la Real Sociedad.

A todo esto hay que unir los incidentes que tuvieron lugar en Brujas. En el descanso del partido entre el Círculo Brujas y el St. Gallen, correspondiente a la Conference League, los radicales del conjunto suizo empezaron a lanzar fuegos artificiales con el marcador 3-0 en contra para su equipo. Otro episodio lamentable que deja en evidencia a la UEFA y que deja claro el grave problema que hay con los grupos radicales.

Una vez más, los grupos ultras le han sacado los colores a la UEFA, que sigue sin hacer nada. La máxima entidad del fútbol europeo tiene en su poder la suspensión del partido, el aplazamiento, la venta de entradas o imponer un castigo ejemplar al equipo al que representan dichos radicales, pero de momento sigue mirando hacia otro lado.