El gesto de Vinicius al árbitro que le pudo costar la expulsión: «Estás loco»
Finalmente, el colegiado decidió perdonar al brasileño mostrándole solamente la cartulina amarilla por la acción
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El partido del pasado martes entre Real Madrid y AC Milan fue una nueva pesadilla para los blancos. El equipo sigue sin encontrarse y eso se nota en el campo.
Pasaban los minutos y los merengues veían que se les podía escapar un nuevo partido en su competición 'fetiche', por lo que le desesperación y la frustración se empezaba a sentir en el terreno de juego en los dirigidos por Ancelotti.
Corría el minuto 70 en el crono con 1-2 en el marcador cuando Vinicius cometió una falta sobre Yunus Musah. El brasileño, nada conforme con la señalización, se dirigió al árbitro del encuentro, el esloveno Slavko Vincic, diciéndole «estás loco, estás loco», con gesto incluido.
Por suerte para los blancos, aunque igualmente terminaron perdiendo el encuentro por más ventaja todavía, el colegiado decidió sancionar la acción con cartulina amarilla perdonando así la expulsión al brasileño.
El partido del extremo carioca no fue más que el reflejo de lo que es actualmente el Madrid. Un equipo perdido y desorganizado que cuando ve que las cosas no salen empieza a actuar fruto de la desesperación y se deja llevar por la frustración.
El brasileño puso el empate a uno en el marcador en el minuto 23 desde los 11 metros, que finalmente solo sirvió para maquillar el resultado, pero poco más pudo hacer ante un Milan que fue muy superior durante todo el encuentro. Con la del pasado martes, los de Carlo Ancelotti firman su segunda derrota consecutiva en el Santiago Bernabéu, esta vez en la Champions League, tras la debacle del Clásico.
La temporada no ha podido empezar peor para los blancos, cuyo barco navega a la deriva y no parece haber solución a la vista para retomar el timón. Veremos lo que se puede inventar el técnico italiano para cambiar las cosas durante las próximas semanas. Pero urge un cambio, y si él no lo encuentra próximamente, quizás desde arriba se empiece a mirar hacia el banquillo.