España borda el fútbol en Copenhague y certifica el pase a cuartos de la Nations League como primera

La selección española de fútbol ya tiene lo que quería. Pasar como primera a los cuartos de final de la UEFA Nations League se veía como una obligación y sólo había que confirmarlo en un territorio que siempre se le dio francamente bien. Los de Luis de la Fuente jugaron de maravilla en Copenhague y se aseguraron ese primer puesto gracias a los goles de Oyarzabal y Ayoze (1-2).

El ambiente en el Parken Stadion de Copenhague era sensacional. Y España se presentó en la capital danesa con varias novedades. De entrada, Luis de la Fuente dejó en el banquillo a grandes jugadores como Nico Williams, Pedri o Morata para dar entrada a Álex Baena, Ayoze Pérez, Dani Olmo.

Apoyada por su ruidosa afición, Dinamarca salió con un grado de motivación francamente alto, con mucho dinamismo y se fue directa a presionar la salida de balón de la selección española, que mantuvo la calma, no se alteró lo más mínimo porque se había previsto un inicio así. El dinamismo danés fue poco a poco descendiendo y con el paso de los minutos, España empezó a plasmar sobre el terreno de juego su fútbol asociativo característico. Y cuando eso sucede, el gol puede caer en cualquier momento.

Después de un par de acercamientos algo tímidos y un latigazo de Ayoze al palo, España logró ponerse por delante. Mikel Merino robó en campo contrario, llegó a la frontal del área sin oposición, combinó con Ayoze y el delantero canario sacó su magia y le dejó un balón perfecto a Mikel Oyarzabal, que solo tuvo que picarla ligeramente por encima de Kasper Schmeichel para enviar el balón al fondo de las mallas.

España estaba jugando de maravilla y se le veía muy cómoda sobre el tapete verde del Parken. Los pupilos de Luis de la Fuente tenían el encuentro controlado, estaban dejando claro que ganaron la pasada Eurocopa por algo y cada vez que Dinamarca montaba el contraataque salían rápido al corte para recuperar el balón lo más rápido posible. Los primeros 45 minutos fueron una demostración de la buena salud de la que goza la selección española actualmente. Todos los jugadores van a una, se entienden de maravilla y eso se ve reflejado sobre el terreno de juego.

Máxima tranquilidad

El 0-1 conseguido en la primera parte le dio tranquilidad a la selección española. Ya tenían asegurada la primera plaza del grupo, que era el principal objetivo. No había demasiadas prisas y, en ese sentido, el que tenía más urgencias era Dinamarca. El problema es que los nórdicos no estaban siendo capaces de encontrar ese último pase que les acercase a la portería defendida por David Raya.

España estaba cuajando una actuación muy seria. Tenía el partido controlado y en el 58' de partido logró doblar su ventaja. Zubimendi recibió en el centro del campo, buscó por dentro a Dani Olmo y el futbolista del Barcelona le metió un pase medido a un Ayoze que definió de maravilla para poner el 0-2 en el electrónico.

Con el partido ya cerrado, Luis de la Fuente decidió meter la artillería pesada a falta de veinte minutos para el final y entraron al campo Nico Williams, Morata y el debutante Marc Casadó en lugar de Dani Olmo, Ayoze y un lesionado Martín Zubimendi.

España quería más. Sin embargo, Dinamarca empezó a despertar y se acercó a la portería de David Raya con peligro. Querían marcar su gol para meterle el miedo en el cuerpo a la selección en los minutos finales. Los daneses empezaron a apretar e Isaksen confirmó esa mejoría tirando un latigazo palo en el minuto 78. Seis minutos después de esa ocasión, el mismo protagonista aprovechó el único error en todo el partido de David Raya para anotar el 1-2 y poner nerviosa a España.

Ese gol encajado le sentó mal a España y el balón le empezó a durar muy poco al combinado nacional. Dinamarca volvió a creer, gozó de varias oportunidades para poner el 2-2 y se quedó a nada de encontrarlo. El público se vino arriba. Pero España supo sufrir y se llevó los tres puntos de la capital danesa.