Los Bryan, esperando a Rafa
Pareció resolverlo el tanto de Gil, Bryan 1, pero tuvo que ser Zaragoza, Bryan 2, quien lo decidiera. Uno del Girona, otro de Osasuna
Es la semana del tenis y arrancó con show de los Bryan. Gil y Zaragoza, tocayos de Bob y Mike, gemelos yanquis que formaron la considerada mejor pareja de la historia. Los Bryan. Dieciséis Grand Slam ganaron, 119 títulos, unos bestias. Pues eso: nuestros Bryan pintaron de alegría el lunes víspera de este martes Copa Davis. De Tenerife a Málaga, todos con Valencia en el corazón. Y Letur y compañía no nos olvidemos de ellos.
El fútbol convocó a una pachanga en importancia y acabó en inesperada excitación. Fastidiaba acabar un año memorable no ganando, un penalti sin querer de Fabián puso la cosa cerca del empate. Molestaba y más en una noche de oportunidades casi juveniles, once nuevos respecto al último partido, caras de ilusión. Me quedo con la de Mingueza, que se fue del Barça, llegó a Vigo y aquí está, un formidable ejercicio de superación.
Ratos de selección sub´21 y muchos más de lo que es la España futbolera en este momento, un grupo de 30 muchachos capaz de competir, y ganar, a casi todos. El equipo que acabó el partido suma 23,5 años de media, una locura. Y quizá por eso acabó ganando en el alargue un envite que debió resolver con cierta comodidad por mando y categoría.
Pareció resolverlo el tanto de Gil, Bryan 1, pero tuvo que ser Zaragoza, Bryan 2, quien lo decidiera. Uno del Girona, otro de Osasuna. Y el primero con guasa. Penalti a Morata que iba a lanzarlo y el pueblo rugió en ¡Pedri, Pedri! El paisanaje. Como estas ocurrencias las carga el diablo, el portero repelió el lanzamiento, Nico trató de rematar y acabó haciéndolo Yeremi, el otro canario en liza. Estaría cantado, el suspense no nos lo quitó nadie.
Otro buen partido de la selección que se ganó el derecho a jugar sin apretones el último de su grupo. Líder, se enfrentará a doble vuelta a Croacia, Italia o Países Bajos. Que se preocupen ellos. Buen partido con chicos que no habían jugando nunca juntos, a lo sumo cuatro, cinco entrenamientos. Se notó poco. Un par de desajustes, los goles y poco más, y la impresión de que si había ganador vestía de rojo.
Punto final a una fase que acaba como el año que se nos va, con España mandando. De local, de visitante, en este torneo o aquel. Con estos o aquellos. Ahora mismo sólo Argentina puede discutirle la condición de mejor selección del mundo. En cuanto a resultados, ¿eh? Por fútbol no hay discusión somos los mejores.
Quién lo iba a decir cuando Luis de la Fuente tomó el mando en aquellos días tremendos del final del rubialismo. El riojano mágico. El protagonista del año. Había que ganar por él, por su trabajo. Muchas gracias, caballero. Y sí, ya, en nada Rafa abriendo la eliminatoria en el Carpena. No, no será su último día. Como en Tenerife, no podemos perder ese partido que jugaremos él y todos. ¡Vamos, Rafa!