El Real Madrid, tajante: no se vende, solo se irá quien quiera marcharse

Antes de salir, dejen entrar. El Real Madrid cambia el mensaje que se escuchaba antiguamente al entrar por las puertas del metro porque la plaga de bajas le hace pensar en incorporaciones y no en ventas.

No está el horno para bollos, pues hay muchos quemados por un calendario inhumano que solo piensa en el negocio del fútbol y no en los profesionales. La nueva lesión de larga duración de Militao más las ausencias de Lucas Vázquez y de Tchouaméni, que intentan recuperarse a toda velocidad para reaparecer en Leganés y sobre todo en Liverpool, significan que la dirección deportiva solo piense en conseguir más defensas y no en desprenderse de futbolistas, aunque sean centrocampistas.

El Milan, el Bayer Leverkusen, el Betis y otros clubes más escondidos filtran en comandita con los intermediarios que les interesan Brahim, Güler y Ceballos con vistas al mercado de invierno y la postura del campeón de Europa es muy clara: no se vende.

Ancelotti cuenta con todos y se lo ha dicho personalmente a los jugadores. Güler, Ceballos y Endrick han disfrutado de pocos minutos hasta hoy y la dirección deportiva desea que jueguen más y que el italiano tire también de la cantera, que no de la cartera. El cúmulo de partidos y las necesidades del entrenador van a hacer que sean mucho más protagonistas a partir de ahora. Sencillamente, el calendario que le viene al conjunto blanco es de órdago: nueve partidos antes de la Navidad, el primero el domingo en Leganés y el último frente al Sevilla a pocas horas de la Nochebuena. Siete de ellos serán lejos del Bernabéu. El técnico necesitará a todo el plantel para hacer una rotación constante y no consumir todo el combustible de muchos de sus pupilos.

Brahim, frenado por las lesiones

El caso de Brahim Díaz es muy distinto. Carlo cuenta con el marroquí y han sido las roturas musculares las que le han privado de más minutos. Su regreso a la competición era deseado por el técnico, que ha observado cómo el delantero ha brillado con Marruecos en dos actuaciones estelares repletas de goles. Ahora debe refrendarlas en la empresa que le paga.

Brahim es un atacante brillante, efectivo, de excelente regate, que encara siempre al rival, incisivo, insistente y Ancelotti necesita un jugador así. El Milan pretende recuperar al marroquí, al que fichó hace unos años, y la posición de la entidad madridista es rotunda: no se vende. Se cuenta con Brahim.

Las derrotas ante el Lille, el Barcelona y el Milan hicieron que la hicieron deportiva madridista fuera contundente en su análisis de situación ante Ancelotti: no hay estrellas, deben jugar los que mejor estén, sin mirar el nombre. Se le pide al entrenador desde arriba y tiene libertad de acción. Ello implica que Güler, Endrick y Ceballos deben subir a la palestra y el maratón de nueve encuentros en veintisiete días será otra gran oportunidad para todos.

Güler va a jugar

La prensa turca alimenta que su joven estrella debe competir bastante más en el Real Madrid y así va a suceder. Es un país de más de ochenta millones de habitantes y la presión mediática que escucha Arda Güler no debe hacerle equivocarse en su visión general. Es un gran futbolista, pero en el Real Madrid es uno más y nadie es imprescindible.

Se le aconseja que tenga tranquilidad porque va a participar en muchos más partidos. Hay equipos que desearían ficharle en enero y el Real Madrid ha dicho que Güler no está en el mercado, ni siquiera para una cesión.

Dani Ceballos es un caso diferente a todos. Es, junto a Vallejo, el hombre que menos minutos disfruta en la plantilla madridista. Desde hace dos años es pretendido por el Betis. Joaquín, que trabaja en la dirección deportiva tras colgar el borceguí verdiblanco, ya intentó contratarle en verano. Pero el coste era inviable para la entidad sevillana. Ahora, la historia se repite.

El Real Madrid pagó 16,5 millones por Ceballos hace siete años y solicita una cantidad similar para traspasarle. Pero incluso si llegara una oferta que cubriera esa cifra, todo dependería de la decisión final del Real Madrid y de Ancelotti. Estudiarían si el utrerano es necesario en una plantilla herida por las bajas. Un factor importante en esta decisión será el propio jugador. Si Ceballos ruega marcharse en busca de liderar a un conjunto como el bético, se le abriría la puerta.

Courtois ya tiene el alta médica

En esta plantilla destrozada por los problemas físicos, cada recuperación se celebra. Thibaut Courtois ya está listo para jugar y Lucas Vázquez se entrena con una excelente evolución para reaparecer el domingo en Leganés, preludio de la batalla de Anfield. La otra apuesta de los preparadores físicos de Ancelotti es conseguir que Aurelien Tchouaméni se encuentre listo para jugar la 'final' de Liverpool la próxima semana.

Al francés no le gusta demasiado ser central, pero la larga ausencia de Militao y la tardía recuperación de Alaba significan que el centrocampista tiene asumido que su futuro está en la retaguardia por necesidades del guion.

Aunque él no lo crea, aunque no lo calibre, ese puede ser su porvenir en la plantilla madridista. De momento, el fichaje del central es él, Tchouaméni. Lo debe analizar bien, porque su sitio está ahí. Carletto se lo ha dicho. Más sabe el diablo por viejo que por diablo.