El proyecto de 1.000 millones de euros con el que Marruecos tratará de quitar la final del Mundial a España

Ya es oficial. A pesar de que se sabía desde hace tiempo, la FIFA oficializó en su congreso telemático de este miércoles que España, Portugal y Marruecos serán los que alberguen el Mundial 2030. 48 años después la Copa del Mundo volverá a nuestro país aunque esta vez toca compartir ese honor con nuestros vecinos y también con Argentina, Uruguay y Paraguay, que acogerán sus primeros partidos.

Todos los anfitriones debutarán en su país y aunque los países iberoamericanos jugarán unos días antes para después no sufrir con el jet lag al tener que cambiar de continente, sus choques no se considerarán inaugurales. La Copa del Mundo, que además será la del centenario puesto que el primer Mundial se celebró en 1930, se inaugurará en uno de los países organizadores, aunque todavía no se sabe si será en España, Portugal o Marruecos.

Este Mundial comenzará el 13 o 14 de junio de 2030, aunque no es el inicio por lo que se está peleando ahora, sino por albergar la final. Un partido al que solo optan dos países y tres estadios. España, con el Santiago Bernabéu y el Camp Nou y Marruecos, con el Hassan II de Casablanca, un recinto que todavía no está construido pero en el que el gobierno marroquí va a invertir más de 500 millones de euros de los 1.600 millones destinados a cinco estadios para contar con las mejores instalaciones de los países organizadores.

La pregunta que todo el mundo se hizo tras el congreso telemático de la FIFA era sobre el estadio de la final. En un principio, cuando se presentó la candidatura, parecía que no habría dudas con el Bernabéu. Recién reformado, nombrado mejor estadio del mundo por diferentes rankings y el que acogió la final de 1982 entre Italia y Alemania con victoria para los primeros.

Barcelona también quiere la final

El caso es que Barcelona también exigió a la RFEF y al Gobierno de España ser sede de la final con el Camp Nou y la FIFA lo ha confirmado como una de las posibles sedes. Es además la opción preferida de Pedro Sánchez, que sabe que es una manera perfecta para contentar a sus socios independentistas. No obstante, el Gobierno de España no ha defendido públicamente a ninguno de los dos estadios. Es más, ni siquiera se ha pronunciado diciendo que ese partido debe jugarse en España y no en Marruecos, quien se unió a última hora a la convocatoria.

Es ahí, ante las dudas de España por decantarse por una sede, cuando Marruecos se lanzó a la aventura y presentó un megaproyecto con el Hassan II de Casablanca, el que va a ser el estadio más grande del mundo con capacidad para 115.000 espectadores. Más que el Bernabéu, que cuenta con cerca de 80.000, y que el Camp Nou, que tras su remodelación tendrá 104.600 butacas. Por tanto por aforo ganará el estadio de Marruecos, aunque todavía no está construido y los plazos que dieron hablan de que estará listo en 2028.

El gran estadio Hassan II se situará a las afueras de la ciudad y estará compuesto de varios recintos aledaños que apoyarán el principal. El techo será de aluminio y cada fondo tendrá a 30.000 espectadores, además de las tribunas, con cinco anillos de altura, en las que irán el resto de aficionados hasta completar el aforo. El diseño del estadio pertenece a la firma Populous, que también es la encargada de diseñar el nuevo Old Trafford. Los arquitectos franceses Oualalou + Choi han colaborado.

Esto tiene su importancia porque la candidatura de Marruecos para albergar la final cuenta con el apoyo de Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa y con bastante influencia en la FIFA. Aun así, diferentes informaciones dadas durante el verano aseguran que Gianni Infantino, presidente de la FIFA y quien tiene la última palabra, ya ha tomado la decisión de dársela al Bernabéu.

Hay que recordar que por mucho que el Mundial 2030 lo alberguen España, Marruecos y Portugal, la organizadora del evento es la FIFA y es quien tomará las decisiones sobre la sede. Lo que está claro es que ahora es el momento de las negociaciones y de repartir los grandes partidos. La final es el deseo de tres ciudades y por el momento no se despeja ninguna incógnita.