Final del Mundial en el Bernabéu y la Supercopa en España: las medidas de los candidatos a presidir la RFEF

Las elecciones a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se presentan como una contienda entre dos, Rafael Louzán, presidente de la Federación Gallega y Salvador Gomar, presidente de la Federación Valenciana. Es cierto que también estará la papeleta de Sergio Merchán, presidente de la Federación Extremeña, pero realmente su apoyo va para Louzán, del que sería el vicepresidente y forman el tándem gallego-extremeño.

Así pues, son realmente dos candidaturas de dos hombres desconocidos para el gran público, pero con mucho poder en las Territoriales, que son al final quienes mandan en la RFEF. Louzán es el gran favorito pero pesa sobre él una condena por prevaricación y una inhabilitación por 7 años que está recurrida y aceptada por el Tribunal Supremo, que se pronunciará en el mes de febrero. Así pues, si el TS no estima su recurso, será Merchán quien asuma la presidencia de la Federación.

Más allá de los líos judiciales de la RFEF, que son incontables desde la época de Ángel María Villar, cabe hacer un repaso por las propuestas de los candidatos a presidir el fútbol español. Louzán, del oficialismo, es uno de los hombres fuertes de Pedro Rocha y de hecho fue el propio dirigente extremeño quien le pidió que asumiera la presidencia tras ser inhabilitado 2 años por el TAD. Es, por tanto, el gran favorito, aunque no gusta nada ni al Gobierno de España ni al Consejo Superior de Deportes (CSD).

Bajo el lema Unidos por el fútbol, Rafael Louzán presenta su programa haciendo hincapié en que ha hablado «mucho con el fútbol femenino» para el que diseñarán un «plan estratégico propio» y realizarán «un análisis profundo de las competiciones». Además, considera una «demanda razonable» la implementación del VAR en la Liga F y en el fútbol no profesional, algo que se podría solucionar con el sistema Football Video Support que pueden llevar a cabo «con ayuda externa y recursos propios».

Supercopa de España y final del Mundial

Louzán tiene claro que la final del Mundial 2030, que albergará España junto a Portugal y Marruecos, debe celebrarse en el Santiago Bernabéu. De hecho, está convencido de que ese encuentro será en nuestro país. «El Bernabéu reúne las condiciones y Madrid es la capital del país», asegura.

En cuanto a la Supercopa, el presidente de la Federación Gallega no ve con malos ojos que vuelva a jugarse en España, aunque para ello debe tener ingresos «similares» a los que 40 millones que obtiene en Arabia Saudí. «Son ingresos importantes para el fútbol español. Habría que contar con ingresos parecidos para que se juegue en España», explica un hombre que también cuenta con el apoyo de LaLiga.

Por otro lado, Salvador Gomar, que es el hombre 'encubierto' del PSOE, se quiere quitar cualquier etiqueta de 'Rubialista', como le ha calificado su principal rival, y asegura que no tiene relación con él y que la última vez que le vio fue el «25 de agosto de 2023». Con el eslogan de Hablemos sobre todo de fútbol aspira a la presidencia de la RFEF para honrar a su padre y tender puentes con LaLiga y con AFE, pues, según dice, llega en tono «conciliador».

Sabe, eso sí, que el apoyo mayoritario de la Territoriales lo tiene Louzán, por lo que salvo sorpresa no tendrá los apoyos para alcanzar la presidencia de la RFEF. Aun así, durante su campaña se ha mostrado optimista y en su programa destaca una pequeña reforma en el formato de Copa del Rey, organizando las primera rondas entre rivales próximos para que los futbolistas no duerman fuera de sus casas, la renovación de Luis de la Fuente y devolver la Supercopa de España a nuestro país.

Después, al igual que Louzán, también aboga porque la final del Mundial 2030 se dispute en el Santiago Bernabéu y espera convencer a la FIFA tendiendo puentes con la Organización, pues es consciente de que ahora mismo, la opinión del máximo organismo del fútbol mundial sobre la RFEF no es la mejor.

Queda nada para conocer al nuevo presidente de la RFEF y las propuestas son similares, aunque las corrientes son contrarias. De un lado, el continuismo de lo que empezó Rocha y por otro, la vuelta al Rubialismo. Todo quedará en casa tras las elecciones, pues ningún outsider como Carlos Herrera reunió los avales. La Federación busca un nuevo tiempo y espera normalizar al fin su situación por el bien del fútbol español.