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Kylian Mbappé, durante la final de la IntercontinentalAFP

Mbappé toma el mando y ya ejerce de líder en el Real Madrid

  • El francés llegó con demasiada humildad y el club le pidió que ejerciera el liderazgo que le corresponde

  • El francés captó el mensaje: para ser el goleador y el mejor del mundo no se puede mostrar un perfil bajo

El Real Madrid impone, es verdad. Impone el club y esos jugadores que han ganado una, dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis Copas de Europa en los últimos diez años naturales. Kylian Mbappé es el mejor ejemplo de esa verdad. Nadie esperaba que el francés sufriera la presión interna, íntima, particular, de venir al mejor equipo del mundo, una frase que no es baladí, que no es un tópico, que es una realidad.

Kylian, como ya le llama el vestuario, llegó a esa cocina blanca con demasiado respeto a sus compañeros. Venía de una entidad muy rica, el PSG, fabricada artificialmente a golpe de talonario y allí no ha ganado nunca ni una Champions. Ni una. Por eso el Real Madrid impone, es lógico, incluso a una figura como él.

Hay un tercer dato fundamental en este análisis. Mbappé ha ganado el Mundial con Francia y ha sido finalista en otro, pero ha sido el propio Real Madrid el que le ha hecho el futbolista más famoso del mundo al pretenderle durante siete años. Y llegada la hora de la verdad, Kylian en carne mortal en el Bernabéu, la estrella sufrió la ansiedad de querer demostrar muy pronto quién es.

Una figura no puede llegar y jugar con un perfil bajo

El remate fue ese exceso de modestia. Su entrada al vestuario se produjo con un perfil muy bajo, respetando a los grandes campeones que tenía sentados a su lado, y ese 'reconocimiento' a sus compañeros disminuía mentalmente su potencial.

La ansiedad y el perfil bajo afectaron a su rendimiento. Siempre marcó goles con el Real Madrid, pero todos sabían que podía jugar mejor y que podía anotar todavía muchos más tantos. Había que tomar el toro por los cuernos.

Kylian Mbappé celebra el primer gol del partido en la final de la IntercontinentalAFP

Las personas importantes del club hablaron con él. Los dirigentes y Ancelotti enfocaron el tiro por el mismo camino, por el único camino posible cuando se trata de una figura. Las conversaciones fueron claras. Mbappé ha sido el verdadero jefe deportivo del PSG durante años. Nasser Al-Khelaifi hizo un equipo a su alrededor para que se sintiera el líder, una vez se marcharon Messi y Neymar. Pero todos sabían que al final se marcharía al Real Madrid. Y la casa blanca le ha dicho que aquí también debe de ejercer de líder.

El análisis realizado con la cúpula del club y con el entrenador es que Vinicius y Bellingham ya han demostrado ese carácter de líderes y eso les hace rendir al máximo, porque asumen la responsabilidad de su calidad, y él, Kylian, debe subirse a ese tren, porque es uno de los mejores futbolistas del mundo.

Sentirse líder le hace sacar todo su rendimiento

Las charlas fueron clarividentes. No extensas, sino directas. Y Mbappé respondió rápidamente que así será. No le sonaba a nada extraño, porque él ha sido el referente del París Saint-Germain durante varios años.

El cambio se notó muy pronto. El propio Kylian sabía que plasmará todas sus virtudes como jugador desde el momento en que se sienta líder del equipo. No significa que tenga que estar por encima de alguien, sino que tener esa responsabilidad le viene mentalmente bien para sacar lo mejor de sí mismo. Es bueno que Kylian vea que los compañeros le consideren un líder. Y muchos ya han manifestado que esperan que saque todo lo mejor, lo que le han visto hacer durante mucho tiempo, y saben que lo hará.

Dicho y hecho, el francés ya ha comenzado a demostrar su mejor nivel en los partidos frente al Osasuna, el Gerona y la Atalanta. Consiguió goles en todos los encuentros y tuvo ocasiones para sumar dos o tres en cada partido. Esa es la clave. Todos saben que cuando Mbappé marque dos tantos en dos encuentros consecutivos se producirá el salto definitivo hacia la normalidad de una estrella que paulatinamente va brillando, camino de mostrar todas sus luces. Falta la explosión final.

Los dirigentes están muy tranquilos

La cúpula de la entidad estaba muy tranquila porque sabía que Kylian sería muy pronto el que todos conocemos. Hay una premisa fundamental: los buenos futbolistas siempre son buenos y no se les olvida jugar. Podrán tardar en explotar, pero explotan. Sucedió con Zidane. La presión ambiental también influyó. Kylian ha vivido lo mismo. Y cuando superan esa situación surge la estrella.

Lo que hizo el club fue hablar con él para no retrasar la situación. Debía ser un baluarte del vestuario inmediatamente y entrenar y jugar como le gusta. Ya accedió a dejar el flanco izquierdo a Vinicius, porque el brasileño se mueve en esa zona de forma excelente, pero nada más. Mbappé tiene libertad total para actuar por toda la zona del ataque y debe ser el goleador del equipo. Es una orden. Y el líder acata la orden de ser un líder. Suma trece goles y tres asistencias en 23 partidos. Y esto no acaba más que empezar.