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Rúben Amorim quiere devolver al United a lo más altoAFP

Radiografía del United de Rúben Amorim: ¿Puede devolver la gloria a Old Trafford?

El pasado 11 de noviembre arrancó una nueva era en el Manchester United. Erik Ten Hag dijo hasta siempre y Rúben Amorim aterrizó en Old Trafford con una sonrisa de oreja a oreja. El técnico luso llegaba con toda la ilusión del mundo y tenía pleno convencimiento de que él era la persona indicada para devolverle la gloria al United, un gigante dormido que no gana la Premier League desde el 2013.

Amorim debutó el 24 de noviembre con un empate en casa del Ipswich Town que dejó con un sabor agridulce a los aficionados de los 'Diablos Rojos'. En ese partido se pudieron ver algunas pinceladas de lo que pretendía llevar a cabo el técnico lisboeta en Old Trafford, pero todavía era demasiado pronto. Todo lleva su tiempo y Amorim sabía que había que tener paciencia. Su idea de juego era radicalmente distinta a la de Ten Hag y los jugadores necesitaban pasar por un proceso de adaptación.

En todo este tiempo se han visto cosas positivas y negativas. El esquema tipo de Amorim es el 3-4-3 y en la inmensa mayoría de los encuentros se ha podido avistar que los jugadores creen en la idea. El equipo ha mejorado sensiblemente en la faceta ofensiva y en bastantes partidos se han marcado más de dos goles. ¿El problema? Se encaja demasiado y la defensa es algo endeble. Y así es complicado avanzar hacia delante.

Amorim debe encontrar un equilibrio entre el ataque y la defensa. Y eso es en lo que está haciendo hincapié. El luso lleva la táctica por bandera y en muchos entrenamientos ya se ha visto que le da importancia al repliegue rápido que sirva para evitar las ocasiones de gol del rival. En los partidos viene costando algo más. En parte porque los defensores del United no son demasiado rápidos. De los seis centrales que tiene en el equipo, sólo Leny Yoro y Lisandro Martínez cuentan con una velocidad de desplazamiento rápida. El resto (De Ligt, Lindelof, Maguire y Evans) tienen más problemas.

La idea principal de Rúben Amorim es contar con jugadores veloces en los carriles. Esta tendencia es habitual en el fútbol inglés y el portugués cuenta con laterales ofensivos capaces de meterse hasta la línea de fondo. Dalot, Mazraoui, Shaw y Malacia son buenos ejemplos.

Otro aspecto importante para entender la idea de juego de Amorim es el rol de los delanteros. El luso venía de contar con el sueco Gyökeres en el Sporting CP y en su llegada a Mánchester ha visto en Højlund una buena alternativa. El danés es un atacante que se siente cómodo corriendo al espacio y necesita que los hombres del centro del campo le filtren balones para que pueda demostrarle a los más críticos que él también sabe marcar goles.

Amorim se caracteriza por ser un técnico interventor. Le gusta dar indicaciones a sus jugadores en el área técnica y raro es el partido en el que no agota los cinco cambios. Por esa misma razón, no se ha visto, hasta la fecha, un once titular reconocible que los aficionados puedan recitar de memoria. El técnico luso quiere darle oportunidades a todos sus futbolistas y todavía habrá que esperar un tiempo para ver cuáles se adaptan mejor a su idea. Además de eso, es un entrenador con una personalidad marcada que no se casa con nadie. Si hay alguna actitud que no le gusta, el jugador se va a quedar en el banquillo o fuera de la convocatoria.

Ahora bien, la pregunta que surge es la siguiente: ¿Será capaz Amorim de devolverle la gloria al United? Este año es casi imposible. Pero los aficionados no tienen porqué alarmarse. El luso hizo que el Sporting de Portugal ganara la liga portuguesa 19 años después y, si se le da tiempo, podrá hacer lo mismo con el United.

Actualmente, el conjunto mancuniano marcha en 13ª posición con 22 puntos y está a once de los puestos que dan acceso a la Champions League. Todavía hay margen para revertir la situación, pero el United no se debe de relajar mucho más. Sus próximos tres partidos son contra el Wolverhampton (este jueves a las 18:30) en el Molineux Stadium, contra el Newcastle en Old Trafford y arrancará el 2025 con una visita a Anfield, una prueba dura en la que el United intentará repetir la hazaña que consiguió contra el City en el Etihad.