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Jude Bellingham, en un partido en el Bernabéu esta temporada

Jude Bellingham, en un partido en el Bernabéu esta temporadaGTRES

Bellingham no tiene precio: su valor es infinito

El Real Madrid se fijó seriamente en Bellingham hace tres años. El inglés tenía 18 y el club blanco puso un ojeador fijo en Alemania para que le observara periódicamente en todos los partidos del Borussia Dortmund. Debía informar con detalle de su evolución. La sección internacional de la entidad constató que Jude tenía madera de futbolista que casaba con el nivel de exigencia del rey de Europa.

El británico era un adelantado a su tiempo. A los 16 debutó con el primer equipo del Birmingham. A los 17 fue fichado por el Borussia Dortmund. No tardó mucho en ser elegido el mejor jugador de la Bundesliga. El Real Madrid estaba ojo avizor.

Son pocos los futbolistas que pueden alcanzar el sueño de pertenecer al Real Madrid. La presión es enorme y la necesidad interna de aspirar constantemente a ganar la Champions significa una responsabilidad que muchos profesionales de este negocio no saben soportar.

Bellingham sí estaba hecho para brillar en el Real Madrid. Los informes de la casa blanca destacaban su carácter y su personalidad siendo un imberbe. En el césped se echaba al Borussia a la espalda y era el más joven del equipo. Pero era también el más listo de la clase.

Un estandarte del Real Madrid

La dirección deportiva madridista fue a por él. Había que ficharlo como sea. Dicho y hecho. Vino al mejor equipo del mundo nada más cumplir la veintena. Y se convirtió inmediatamente en un estandarte del esquema de Ancelotti. Lo suyo fue llegar y besar el santo.

En su primera campaña vestido de blanco marcó 23 goles y dio 13 asistencias. Estuvo a punto de ser el máximo artillero de la Liga. Cumplió el sueño de todo profesional que llega al Bernabéu: conquistó la Copa de Europa en su primera temporada, además de adjudicarse la Liga y la Supercopa de España.

Estamos en su segundo curso con la casa blanca y Jude ha sido elegido el tercer futbolista del mundo tanto en la clasificación del Balón de Oro como en el FIFA World Player. Tiene 21 años y la pregunta interna que se hace el Real Madrid es: ¿Dónde estará su límite? Y la respuesta, en un juicio pausado, es: no hay límite para Bellingham. Su carrera prácticamente acaba de empezar y ya lo ha ganado casi todo.

Jude Bellingham, en Mestalla el pasado 3 de enero

Jude Bellingham, en Mestalla el pasado 3 de eneroGTRES

Las conversaciones con diversos ámbitos del madridismo, dentro y fuera del club, dejan esta reflexión: el 'gran fichaje' es Jude, porque muchos equipos del continente ni le conocían, ni se dieron cuenta de la clase que albergaba este inglés que posee una personalidad grandiosa en el campo. Un joven que lo mismo marca goles impresionantes que da pases decisivos, además de defender con la garra de un defensa, lanzándose al suelo y peleando cada balón como si fuera el último.

Es una valoración realizada con todo respeto y hay que explicarla bien. Vinicius y Mbappé ya estaban consagrados cuando el británico comenzó a sobresalir. El brasileño y el francés llevan más de un lustro al máximo nivel internacional. Vinicius es hoy el mejor jugador del mundo y Kylian, que ganó el Mundial con Francia en 2018, aspira también a serlo. Por eso ha venido al Real Madrid.

El caso de Bellingham es distinto: su trayectoria realmente acaba de empezar, aunque lleva ya tres años en la máxima cotización internacional porque su progresión ha sido imparable desde que era menor de edad.

La calidad de Bellingham

En el fuero interno de la casa blanca se comenta que casi nadie en Europa se dio cuenta de la veta de oro que era Jude. El Borussia Dortmund acertó hace cuatro años cuando le vio en el Birmingham y le contrató. La sensacional confirmación del centrocampista británico en el conjunto alemán supuso que el Real Madrid fuera a por él para conseguirlo como fuera. Y cuando otros clubes de Europa vieron las virtudes de Jude llegaron tarde. El Real Madrid ya le había cazado y el muchacho dejó muy claro que 'el lado bueno de la historia' estaba en el equipo español. La Champions festejada en su primera temporada lo decía todo.

El siguiente capítulo de esta historia es: ¿Cuánto vale hoy Jude? Y la respuesta es: su precio es infinito. Es la segunda parte del análisis anterior. Sin entrar en disquisiciones, los árabes ofrecen hasta mil millones por Vinicius. Pero es intransferible. Transfermarkt, que siempre calcula a la baja, pone al brasileño una tasación de 200 millones. Mbappé alcanza los 180, al igual que Haaland.

Para el Real Madrid, Vini Jr. y Kylian son intocables. (Y Haaland quiere venir a la casa blanca). Pero la cuestión que nos atañe es: ¿Y qué caché posee Bellingham? La contestación es que no tiene ni precio. Además de ser también intransferible, lo verdaderamente importante es que este futbolista es impagable, su valor no tiene límite. Pongan la cifra que quieran. Cualquier cantidad se quedaría pequeña, pues el futuro que le queda por delante es tan infinito como su valoración.

El Real Madrid pagó al Borussia Dortmund 103 millones y firmó unas variables que al final han supuesto otro abono de 30 millones, porque al chaval se le ocurrió ganar la Copa de Europa nada más aterrizar en el Bernabéu. Esos 133 millones son hoy una tasación barata en comparación a su valor en la 'Bolsa' el fútbol mundial.

Predestinado a ser leyenda

El aura del inglés en el Real Madrid es impresionante. Su carácter, su liderazgo, su clase en el regate, los recursos que demuestra, su capacidad de marcar goles, su calidad para darlos, su lucha poniéndose el mono de trabajo cuando hace falta, todas son virtudes encomiables. Este chico está predestinado a ser una leyenda histórica del equipo más famoso del mundo ¿Hasta dónde puede llegar? Ni se sabe.

Después de firmar 23 dianas en su primer curso en España, la integración de Mbappé en el esquema de Ancelotti significó que Jude jugara más retrasado y lejos del área durante los cuatro primeros meses de esta campaña. El entrenador italiano corrigió esa decisión. Había un argumento fundamental: si un hombre tiene el talento principal de este negocio, que es hacer goles, no le puedes alejar de esa magia anotadora. Bellingham volvió a moverse cerca del área y desde entonces ha rubricado ocho tantos.

Está tocado con la varita mágica. Si la historia dice que los ingleses tienen muy difícil brillar en el Real Madrid, se nos antoja que Jude Bellingham va a romper el molde.

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