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Morata probará suerte en el Galatasaray turco

Morata probará suerte en el Galatasaray turcoAFP

Morata, el trotamundos del fútbol que probará suerte en Turquía tras no triunfar en su vuelta a Italia

La Real Academia Española define, en su primera acepción, el término trotamundos de la siguiente manera: «Aficionado a viajar mucho». Esta palabra se puede llevar al fútbol para referirse a aquel jugador que no está cómodo en un equipo y decide marcharse traspasado a otro para probar una nueva experiencia.

Álvaro Morata (Madrid; 1991) es uno de esos jugadores. El delantero madrileño abandonó, el pasado verano, el Atlético de Madrid para volver a Italia, el lugar en el que más disfrutó del fútbol y en el que soñaba con demostrarle a todos sus críticos que no era tan mal jugador como le pintaban. Firmó su contrato con el Milán y allí fue recibido con gran ilusión, ya que el conjunto rossonero estaba falto de gol y confiaban en que Morata fuera el hombre capaz de solucionar lo que todos los equipos buscan y que les puede ayudar a conseguir títulos importantes.

Morata no empezó del todo mal en Milán. Contó con la confianza de Paulo Fonseca, su entrenador, y poco a poco fue demostrando que su fichaje por el conjunto rossonero había sido acertado. El madrileño no marcó muchos goles, pero sí acumuló titularidades y dejó buenas sensaciones. En la ciudad de la moda tenían motivos más que de sobra para confiar en Morata.

Sin embargo, el tiempo pasó, a la directiva del Milan se le acabó la paciencia con Fonseca y antes de que el 2024 echara el cierre de manera definitiva anunció la contratación del portugués Sergio Conceiçao como nuevo entrenador del conjunto milanista. El plan del Milan era claro. Querían llegar a los puestos europeos y confiaban en el ex del Oporto para tratar de revertir la situación.

Y en ese contexto, lo que cambió fue la situación de Morata. Desde el primer día no hubo feeling entre el técnico luso y el delantero empezó a contar con menos minutos. Ese giro en los acontecimientos no le sentó nada bien al madrileño y empezó a hablar con sus agentes para ver si había alguna opción de poder irse, seis meses después, del Milan en el mercado invernal.

Morata siempre fue un futbolista que necesitaba confianza y Conceiçao no se la dio. Por lo tanto, eso le llevó a estudiar opciones fuera de Italia, ya que el madrileño tenía claro que a España no quería volver por todas las críticas, a su juicio injustas, que recibía cada vez que tenía un mal partido.

Rumbo a Turquía

Pasaron los días y a Álvaro Morata le llegó una oferta para irse cedido al Galatasaray turco (con opción de compra a final de temporada), la cual acabó aceptando. El madrileño aceptó irse a Turquía para jugar en uno de los equipos más icónicos del país indo-europeo.

El Galatasaray es el séptimo equipo en el que va a jugar Morata y este nuevo traspaso no hace más que confirmar que el delantero nacido en Madrid es un trotamundos de manual y que sigue sin encontrar un destino que le permita estar allí más de dos temporadas, que es lo máximo que ha llegado a estar en un club.

En Estambul, Morata coincidirá con algunas caras conocidas del fútbol europeo como el nigeriano Victor Oshimen, Lucas Torreira, Davinson Sánchez, Dries Mertens, Mauro Icardi o Michi Batshuayi. Por lo tanto, la competencia va a estar cara para un Morata que intentará ganarse a la afición turca con su fútbol y, sobre todo, con sus goles.

La expectación en Turquía será máxima. Porque conviene remarcar que el Galatasaray es un equipo que tiene como obligación el ganar la liga turca. Habrá que ver qué tal le va a Morata en Estambul, pero lo que está claro es que este va a ser la aventura más exótica de su carrera deportiva.

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