El Atlético reina en Old Trafford y aparca sus dudas

El Atlético de Madrid volvía a pisar Old Trafford, 31 años después. El partido de Recopa que jugó ese día lo sustituía por un partido donde ser o no ser, en busca de los cuartos de final de la Champions.

La batalla del medio campo volvió a ser la clave de un encuentro donde ambos conjuntos dieron descanso a sus dos batalladores en esa zona. Kondogbia y Pogba empezaban el partido en el banquillo.

Los focos apuntaban en la previa a dos portugueses: el presente y el futuro de la selección lusa, Cristiano, que venía de hacer un triplete este pasado fin de semana, y João Félix, acostumbrado últimamente a ver puerta a los pocos minutos de partido.

El Atlético se llevó el primer susto en el minuto 3 cuando Elanga estuvo más rápido que Oblak y remató por encima del larguero tras chocar contra el esloveno, que se quedó tendido sobre el césped.

El United salió mucho más enchufado que en la ida, sin embargo no al nivel de los rojiblancos en el Metropolitano. Empezó el Atlético más comedido, sabiendo que el partido, a priori, sería largo.

Oblak volvió a ser Oblak

En el minuto 11, Oblak hizo el primer milagro de la noche cuando salvó con su cara el primer tanto. Remató Fred un remato de Sancho a boca jarro y el cancerbero rojiblanco exhibió reflejos.

Contestó el equipo del Cholo, tres minutos después, cuando De Paul lanzó un disparo desde fuera del área que provocó la estirada de De Gea.

El United seguía acorralando a los colchoneros con sus embestidas desde la banda izquierda.

El Atlético se desquitó el dominio de los Diablos Rojos con un balón a la contra que recogió Llorente y cedió a João Félix, que batió a De Gea, pero que el VAR anuló por fuera de juego.

El gol anulado cargó de garra a los rojiblancos y apaciguó el ímpetu de los británicos.

Cuando quedaban cinco minutos para el descanso, un buen pase de De Paul a Griezmann, que puso con la derecha un centro que no desaprovechó Lodi, acabó en la red, en

el primer gol del encuentro. Un Lodi que no tenía el día con los pies, se consagró con la cabeza. De Gea, esta vez, en vez de la estirada optó por hacer la estatua y ser un mero espectador del gol rojiblanco.

Los de Simeone se iban al descanso con una ventaja cimentada en la cabeza de Lodi y en las paradas de Oblak.

Elanga comenzó avisando la segunda parte cuando se habían consumido pocos segundos de juego, pero el United se volvió a encontrar con el muro colchonero.

El Atlético presionaba en campo rival y los Red Devils lo apostaban todo al liderazgo de Cristiano.

De Gea pareció vivir un flashback y recordar su etapa atlética, porque en el minuto 50 regaló un balón a De Paul, cuyo disparo atajó el de Illescas.

Sancho, a los 58 minutos, buscó la escuadra del Atlético, pero su disparo fue camino del cielo del Mánchester.

Rangnick dio entrada a Pogba, Matic y Rashford, apostando por el pulmón en el medio campo de su equipo, en el minuto 65.

El Atlético, que dominaba aun más que en la primera parte, tuvo la sentencia en el minuto 69, pero Griezmann apostó por una vaselina que no sorprendió a De Gea.

El United lo apostó todo a los balones colgados, aprovechándose de la entrada en el campo de Cavani.

El United acabó con De Gea rematando

Oblak seguía en la versión de aquel portero que salvaba al Atlético de Madrid y evitó el empate sacando una mano salvadora a un remate de Varane.

El Manchester seguía aproximándose a la meta colchonera, a base de disparos lejanos que no conseguían inquietar la meta madrileña. El conjunto rojiblanco aguantó estoicamente los intentos rojiblancos y el partido murió en su área, con un córner para el que subió hasta De Gea, pero el balón se lo quedó el salvador Oblak.

En una noche de Champions, en un estadio como el Teatro de los Sueños, el Atlético eligió ofrecer su mejor versión de la temporada, solventada en el liderazgo de un Oblak que dotó de seguridad a toda su defensa y en su pegada arriba. El Atlético dio un golpe encima de la mesa en una de las catedrales del fútbol mundial.