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El Real Madrid celebra su decimocuarto título en la Copa de Europa

El Real Madrid celebra su decimocuarto título en la Copa de EuropaAFP

Liverpool 0-1 Real Madrid

El Madrid gana en París la Decimocuarta Copa de Europa sostenido en las manos del héroe Courtois

Con una actuación magistral del portero belga y sobresalientes desempeños de Alaba, Militao, Valverde y Carvajal el equipo de Ancelotti alcanza otra vez la gloria europea

Había que resistir la anunciada presión de los de Liverpool y su intención de meter al rival en The Cavern, pero sin Los Beatles. Cortaba el Madrid las primerizas combinaciones de los de rojo en los tres cuartos. Salía largo el Madrid, con Valverde, Benzema y Vinicius. Karim salió y retrasó medio de tacón para el uruguayo que venía por el carril bueno, el BUS VAO.

No pasó nada con Valverde esquinado. Se metían por dentro los de Klopp, pero tenían los de Ancelotti los puestos de vigía bien colocados, resistiendo, de momento, con los medios copados, de donde no pasaban los blancos salvo por el aire con las escapadas casi solitarias de Vinicius.

Robert Duvall de pie en la playa

Alexander Arnold hizo como Marcelo en los mejores tiempos para dársela a Salah como debajo de la canasta, una asistencia que remató el egipcio con una rapidez gatuna y sacó Courtois con una mano rapaz. Después hubo un bombardeo sobre el belga, que se quedó de pie como Robert Duvall en la playa bajo el fuego de mortero.

Courtois de pie y el Madrid de pie. Sobre todo, tras la parada monstruosa a Mané, una hidra de tres pies. No podía salir el Madrid con Modric ladeado y desubicado. Van Dijk parecía Polifemo ante la entrada de su cueva. Era la Odisea del Madrid con sus futbolistas asidos a los vientres del ganado del monstruo.

Todos los caminos empiezan en Benzema, que estaba dispuesto a dirigir una nueva epopeya

Harto de ser oveja fue el lobo Benzema quien asustó en la estirada a Allison en el medio pase o el medio remate. Se movía mejor un Madrid ladrón, pero también impreciso, que salía desde abajo sin encontrar continuidad en la jugada, obligado a retrasar. Benzema estaba empezando a mover a su equipo. Todos los caminos empiezan en Benzema, que estaba dispuesto a dirigir una nueva epopeya.

Daba órdenes mientras conducía la pelota al ataque. Un delirio. Sonaba La Cabalgata de las Valquirias. Los cortes eran tijeretazos para descargar. Una defensa peluquera, llonguerista. Era Courtois el que mejor colocado estaba siempre ante los remates del Liverpool, como golpes de aproximación de un combate de boxeo. El Madrid había subido. De ritmo y de posición.

Militao defiende a Mané

Militao defiende a ManéAFP

Vinicius empezó a encontrar haces de luz entre las piernas de sus contrarios. Carvajal conseguía domar a Díaz ayudado por el potro salvaje de Valverde. Si Mané era rápido, Militao lo copiaba. Era un mimo subido a un cajón. Alaba recorrió el campo subido a una pelota que mandó desde su área a Benzema en el pico del área.

Allison se movió mal. En el suelo Benzema lo sorteó, pero el balón se le soltó del pie. El portero brasileño la dio con la mano y luego con la rodilla y la pelota se fue hasta el batiburrillo de liverpoolistas y madridistas para terminar en el pie de Fabinho cuyo rechace le llegó a Benzema otra vez, quién marcó.

El escándalo

Se señaló fuera de juego y el VAR tardó una eternidad en revisar una jugada interpretada hasta el retruécano legal como si en vez de revisar estuvieran esperando las instrucciones de alguien, que al final debieron llegar para no conceder el gol al Madrid después de la contemplación de mil repeticiones.

Debieron de agarrarse en el VAR al rebote y no al ansia impepinable de Fabinho por despejar el balón. El escándalo con el que acabó la primera parte en medio de la sonrisa de un árbitro que casi sonreía herbívoramente. Camavinga, Rodrygo y Ceballos comenzaron a calentar en la banda al inicio de la segunda mitad.

Habían cambiado los de Ancelotti, 'in crescendo'. No tanto los de Klopp

Valverde en diagonal era un espectáculo. Modric se encontraba, casi palpándose a sí mismo. Ya lo había hecho antes. Militao seguía adivinando el futuro y Benzema modelándolo. Los jugadores del Madrid eran lapas. Habían cambiado los de Ancelotti, in crescendo. No tanto los de Klopp. Casemiro daba una de cal y otra de arena, con la experiencia, pero sin la viveza de la juventud que conservaba el Liverpool.

Carvajal estaba tan serio que fue el principio del primer gol. Modric cambió luego por dentro y el potro uruguayo avanzó observando los movimientos. Chutó Valverde, o pasó, quién sabe, qué más da, y por el segundo palo apareció Vinicius para coronarse y poner por delante al Madrid. Courtois salvaba al Madrid al estirarse infinitamente en el disparo con efecto de Salah.

Courtois despeja un remate del Liverpool

Courtois despeja un remate del LiverpoolAFP

El rey belga y el príncipe brasileño en el minuto 64. Y el rey volvió a aparecer en un balón tonto en el 69. Salvaba el mejor portero del mundo, siempre atento, la gallina valiente de sus polluelos: su equipo. En el 75 la jugada ensayada del Madrid la desbarató Casemiro, solo ante Allison, que incomprensiblemente retrasó la pelota buscando a un compañero que no hacía falta.

Un héroe, un dios

Perdió el Madrid algo el control con los cambios de Klopp, pero estaba Courtois otra vez, como siempre, eternamente. Un héroe, un dios: «Esta mano viviente, tan cálida y capaz», escribió Keats. También ante el ingenio diabólico de Salah. La tuvo el Madrid al contragolpe tras el milagro thibautiano. La delicia de Benzema se quedó al final sin fuerza.

Como el Liverpool, que colgó balones en la desesperación para ir escribiendo con letra inglesa la gloria, la Decimocuarta gloria del mejor equipo de la humanidad.

Ficha técnica:

Liverpool 0: Allison; Alexander-Arnold, Konaté, Van Dijk, Robertson; Henderson (Keita, m. 76), Fabinho, Thiago (Firmino, m. 76); Salah, Mané, Díaz (Jota, m. 65).

Real Madrid 1: Courtois; Carvajal, Alaba, Militao, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric (Ceballos, m. 89); Vinicius, Valverde (Camavinga, m. 84), Benzema.

Goles: 0-1 (Vinicius, m. 59).
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