El Bayern no se apiada de un FC Barcelona de Europa League

De blanco impoluto, con suplentes y con la clasificación ya cerrada, el Bayern se presentó en el Camp Nou aprovechando el ambiente de eliminación que se escuchaba en la grada azulgrana. Hay partidos que son difíciles de jugar y este era uno de ellos. Los culés salieron al campo sabiendo que se iban a Europa League y pese a contar con muchos titulares fueron otra vez ganados por su bestia negra, un Bayern que en su versión más tranquila se llevó una nueva victoria (0-3).

En el Camp Nou se escucharon, además de los habituales pitos al himno de la Champions (acompañados esta vez por gritos contra la UEFA), suspiros de Europa League. Por segundo año consecutivo este equipo no tiene nivel para la Copa de Europa. Un drama deportivo que también se extiende a lo económico.

Mané deja las cosas claras

Mané avisó de que si el Barcelona quería al menos los 2,8 millones de euros que te dan por la victoria que se fuera olvidando. Una carrera en el minuto 10 así lo demostró. Salió el senegalés desde el centro del campo previo pase de Gnabry y Mané le sacó los colores a Bellerín, que no le pudo aguantar el ritmo. Gol muy fácil para dejar las cosas claras.

Reaccionó muy tímido el Barça con un centro de Dembélé que sacó la defensa, momento en el comenzó el Bayern a recuperar el control a base de faltas duras que derivaron en una tempranera tarjeta a Mazraoui y en otra a Goretzka. Los de Xavi, jugando ya con frustración, se calentaron y Dembélé dejó una entrada con los tacos por delante a Davies sin sanción.

Disparó Choupo-Moting fuera en un disparo flojo pero con el que avisaba. Y es que el Bayern jugaba de memoria, con combinaciones rápidas y con mucha facilidad para entrar en el área culé cuando aceleraba y daba intensidad al encuentro.

Marca Choupo-Moting

Los alemanes llevaron el partido como quisieron. Jugaban sin complicaciones, a su ritmo. Una versión muy tranquila del campeón teutón seguía siendo demasiado para un Barça lleno de titulares. Así se vio ya en el minuto 32 cuando Choupo-Moting, un camerunés de 33 años, recibió otra asistencia de Gnabry y con suma facilidad batió a Ter Stegen. Había mucha diferencia.

A Lewandowski, que ha tenido que ir al FC Barcelona para jugar por primera vez la Europa League (esto es claramente algo negativo), no le salía nada y un lanzamiento de falta fue el mejor resumen de este equipo: se fue a la barrera. La respuesta del Bayern fue la de una ocasión muy clara de Musiala, que perdonó el tercero, y justo después una desilusión enorme en el Camp Nou, que chilló más contra la UEFA porque le pitaron un penalti a Lewandowski (por falta de Matthijs de Ligt) que el árbitro lo quitó previa revisión por el VAR.

Con un buen inicio de segundo tiempo del Barça, que se estiró para lograr sus dos primeros remates, el Bayern se volvió a meter en el área azulgrana con tres pases. Así consiguió otro gol, obra de Gnabry, pero finalmente anulado por la revisión del fuera de juego automático. Visto ya eso, Xavi se rindió y comenzó a hacer cambios pensando en LaLiga, que es donde verdaderamente tienen opciones, y dio descanso a Pedri, Koundé, Dembélé y Busquets.

Con ello se quedó el partido dormido y el Bayern levantó el pie del acelerador. Las contras las hacía ya andando y aún así la defensa culé tenía que recular ante el peligro de los alemanes. En el otro área Lewandowski ni era capaz de rematar. Acabó cambiado por Xavi, imagen de la tristeza europea. Ni un disparo a puerta hizo el Barça.

Así, todos acabaron aceptando la realidad de un partido en el que ambos vieron cuál es su papel en el fútbol europeo: el Bayern mostrando candidatura al título de Champions y este FC Barcelona a reflexionar a la Europa League, cuya simple presencia es un castigo.