La obligación de Simeone ante el Oporto: levantar la moral de un grupo hundido
El Atlético se encuentra en su peor momento de la temporada y en uno de los más complicados de la era Simeone
Desde que el Atlético de Madrid se hiciese con LaLiga 20/21, las cosas han empeorado mucho para los rojiblancos, que han pasado en menos de dos años de ser considerados incluso los favoritos para repetir el título, a estar muy lejos de poder competir de tú a tú con Real Madrid y Barcelona. Además, fuera de nuestras fronteras, el Atleti era para muchos como ir al dentista al ser un equipo rocoso al que era mejor evitar por la dificultad que tenía hacerle goles. Una situación que ahora ha cambiado por completo y en Europa cualquier club encuentra la manera de hacerle daño a los del Cholo.
Lo cierto es que en el Atlético todo ha cambiado en muy poco tiempo y eso posiblemente pase porque Simeone es menos Simeone que nunca. El argentino ha perdido varias de sus señas de identidad y es evidente que su mensaje no encaja en esta plantilla como lo pudo hacer en la que figuraban jugadores como Filipe Luis, Juanfran, Godín o Diego Costa, que era un equipo que iba a muerte con lo que decía su entrenador y que consiguió hacer que el fútbol del Cholo fuese la mejor manera de competir ante las mejores plantillas de Europa, con su ya famosa frase: «En la guerra no ganan los que tienen más soldados, sino los que mejor los utilizan».
Poco queda de ese equipo
Lo cierto, es que el equipo de Simeone estuvo desde 2012 hasta 2017 aspirando a absolutamente todos los títulos, de hecho, esos años la peor temporada era quedar tercero en el campeonato liguero y caer en cuartos de la Champions League, algo que cada vez le está costando más a los rojiblancos. Pues, aunque la temporada pasada firmó esos resultados, las sensaciones no son las mismas de hace años y a la realidad es que desde 2018 el equipo ha caído en fase de grupos de la Champions en dos temporadas, una cosa que antes era inimaginable con Simeone.
Da la sensación de que el Cholo no ha conseguido adaptarse del todo a esta nueva plantilla, en la que tiene jugadores de perfil más ofensivo y sus defensores ya no son de primer nivel, aunque en realidad tampoco lo eran cuando llegó y se encontró con Godín y Miranda como centrales, lo único, que esa vez consiguió formar un entramado defensivo muy complicado de superar por sus rivales. Sin embargo, Simeone nunca ha encontrado en sus demás jugadores la misma fiabilidad que antes, y eso para los del Cholo es vital, pues sus equipos nunca se han caracterizado por practicar un fútbol ofensivo con el que lograr muchos goles.
Una oportunidad de salvar la temporada
Ahora, con mucho trabajo por delante para tratar de reconducir una situación que año a año va siendo más preocupante, Simeone debe encontrar la manera de llevarse los tres puntos de Do Dragão para que los rojiblancos al menos puedan competir la Europa League, importante para la economía del club y que además podría suponer una inyección de moral para una afición que en estos momentos se encuentra muy desenganchada y con poca ilusión por lo que pueda suponer esta temporada.
Eso sí, el Cholo todavía está a tiempo de cambiar el rumbo de su equipo, pues en liga está lejos pero todavía a una distancia salvable y la Copa puede ser lo que termine marcando si el curso es aceptable o un fracaso. Sea como sea, la continuidad de Simeone no parece que esté cuestionada e incluso hay rumores que hablan de la posibilidad de que firme hasta 2026 en las próximas semanas, algo que además tendría sentido, después de lo que dijo tras la rueda de prensa posterior al partido ante el Leverkusen. «No tengo ninguna duda de que la Champions me cuesta. Me ha costado, entendiendo las dos finales que perdimos, una en los penaltis y otra en la prórroga. Más cerca de ganar una final de Champions que los penales creo que no se está. Soy cabeza dura, muy cabeza dura y voy a seguir insistiendo, hasta que tenga la posibilidad en este club, entrando primero en la Champions y buscando encontrarme con algo que nos falta»