Fundado en 1910
Qatarí que te viTomás Guasch

El New Bernabéu huele a crack, es un estadio/señorita

Les escribo desde el Bernabéu. La ocasión la pintaban calva. Ha sido como meterse en un bus turístico, ¡oh esto, oh aquello, pare que me bajo!

Les escribo desde el Bernabéu. La ocasión la pintaban calva. Ha sido como meterse en un bus turístico, ¡oh esto, oh aquello, pare que me bajo! He recorrido casi todo el estadio. Me faltó la cosa esa que sube y baja el césped. Habrá ocasión. Y ver corrida la cubierta. Será un espectáculo y más si fuera caen rayos y centellas.

¿Y? Huele a crack. Aroma de jerarquía. Desde niño me pasa: huelo algo y decido. Y normalmente acierto. Me vale para personas, animales y cosas. También para futbolistas en construcción, claro. Llega un tío, me acerco, aspiro y no fallo: este sí, ese ya veremos, aquel no. Uno de los últimos fue Vinicius. Cuando llegó y le mordieron la cabeza en plan bienvenida. Jugaba en el Castilla.

Hay que tener valor para decirle a Florentino que anda equivocado, que su manera de gestionar el club y entender el fútbol no es la correcta. Ya lo dijo el torero: hay gente ‘pa tó’. He visto, en fin, la herramienta que asegura la vida del Madrid, a no ser que en el futuro alguien meta la gamba. Y la langosta... El estadio es una palanca de verdad. Seria, limpia. Me recuerda a mi abuela: hijo, esa señorita te conviene, es seria y limpia. El New es un estadio/señorita.

El Madrid queda a la espera de rival en octavos, dispuesto a seguir marcando el paso en Europa. Como desde 1955. Para rematar le ayudaría un detallito no menor y es que quienes hacen trampas con las cuentas dejen de hacerlas. Que compitan todos por igual. Con lo que hay, dificilísimo.

Que en este mundo siga ganando copas de Europa y haya levantado este estadio es ver y pincharte: no, no estás soñando. Sí, esta obra está pensada para el mejor fútbol y eso va más allá de tener un gran equipo. En el Bernabéu de Florentino no caben mangutas.