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El Barcelona ha sido incapaz de ganar al Nápoles en la ida de octavos de ChampionsEFE

El Barça es incapaz de ganar a un flojo Nápoles y decidirá su pase a cuartos de Champions en Montjuic

Dominó el partido, marcó Lewandowski, mereció hasta ganar por más distancia, pero acabó perdiendo la renta en el último cuarto de hora ante un club que estrenó entrenador un día antes del duelo

Ni contra un equipo débil, sin nivel este año para la exigencia europea y que estrenó entrenador un día antes del partido. El Barcelona de Xavi en Europa pincha tanto como para no ganar un duelo en el que fue mejor, que controló hasta el minuto 75 y cuyo rival, el Nápoles, demostró unas debilidades enormes.

Pero empató el Barça (1-1). ¿Es malo el resultado? No, esto es una eliminatoria a ida y vuelta. ¿Es malo viendo cómo fue el partido? Sí, los culés pudieron ganar hasta por dos goles de ventaja. ¿Deja tocado a Xavi? No, sobrevive, pero es incapaz de ganar un duelo de Champions fuera de casa, incluso en este tipo de encuentros que eran fáciles de vencer.

Regaló el Barcelona un empate ante un Nápoles insulso, normal por estrenar entrenador al que no le dio tiempo ni a conocer a sus jugadores. Pese a ello sigue siendo favorito el equipo de Xavi, que lo más normal es que en Montjuic sí consiga el pase, porque lo que no sea ganar a este Nápoles y llegar a cuartos será un batacazo difícil de explicar. Pero con Hernández y sus malas lecturas y bajo nivel en el banquillo todo puede pasar.

El Nápoles fue un flan atrás, incapaz de cerrar bien, regalando pases y espacios. El Barça lo aprovechó en forma de ocasiones, pero no de goles. Hizo 25 minutos de gran nivel, posiblemente los mejores del año, pero le faltó el gol. Meret, el portero del Nápoles que llevaba dos meses sin jugar, hizo tres buenas paradas a Lamine Yamal, Lewandowski y especialmente a Gündogan, con un disparo fuerte desde fuera del área.

Los jugadores del Barcelona en la celebración de su gol al NápolesAFP

El Barça era mejor, cómo no iba a serlo ante un equipo que acaba de estrenar entrenador, un técnico que solo ha tenido ¡un día! para preparar este duelo de Champions. Es imposible hacer algo serio en un día. Pero así lo quisieron los directivos del Nápoles, con el personalista Aurelio De Laurentiis –su presidente– a la cabeza. Fue, al menos en la primera parte, un rival fácil para el Barcelona en lo que es un partido de gran nivel, eliminatoria ya en Copa de Europa.

El duelo como tal, en lo que es el juego, fue soporífero. Los dos tuvieron un miedo enorme a la derrota. Normal, nada criticable, porque este partido tiene uno de vuelta y el enfrentamiento se tiene que entender en su totalidad, con los dos duelos. Se decidirá en Montjuic.

Eso no quita que el Barça, que fue mejor, dejó escapar una oportunidad para poder dejar casi sentenciada ya la eliminatoria en Italia. El Nápoles –lo vimos todos, también los culés– no tiene nivel actualmente para estas cosas. La versión del actual campeón de Italia, que es noveno en la actualidad en su liga, fue muy floja.

Con ese contexto apareció Lewandowski con un buen disparo dentro del área y tras una conexión con Pedri, que fue quien le dio la asistencia. Fue el Robert killer que tenemos en mente, ese que no se ha visto en toda esta temporada. Y cuánta falta le hace al Barça que aparezca una versión digna del canario, desaparecido todo el año. Buen gol, era merecido.

Osimhen marcó el gol del empate del NápolesEFE

El propio Pedri estuvo cerca del 0-2 cuando a un disparo centrado casi el portero Meret se mete el gol en propia. El Nápoles intentó estirarse entonces como aquel que quiere hacer algo, pero su nivel era el que era, limitado. Eso no quita para que el Barcelona haga sus regalos en defensa. Y eso que Xavi jugó con cuatro centrales (Araujo e Iñigo Martínez, Koundé al lateral y Christensen por delante). Como si pone a ocho.

Y eso fue porque en el 75' Iñigo Martínez hizo un error de esos que se pagan. El central, al que un día ya pasado le dieron la titularidad de la selección española, pecó de novato en estas citas. Además de romper el fuera de juego perdió el duelo ante Osimhen, el delantero nigeriano que vino lesionado de la Copa África y que con su máscara aprovechó el único tiro a puerta que tuvo el Nápoles. Ter Stegen, por cierto, se venció tan rápido que él mismo se vendió. 1-1.

El Barça acabó sufriendo, encerradito en su área, ante un equipo muy débil, limitado en lo futbolístico, con un entrenador nuevo. Se podrá decir que los equipos se transforman en Champions, y es verdad, pero es que el Nápoles no lo hizo. Estuvo mal y solo con 15 minutos regulares desarboló al Barça de Xavi, que se diluye fácil y no juega nada bien a esto que se llama fútbol.

Se decidirá la eliminatoria en Montjuic, donde pese a todo el Barcelona debe ganar y pasar a cuartos, no porque tenga nivel para estar en esa ronda (los ocho mejores equipos de Europa) sino porque tuvo mucha suerte en el sorteo.

Ficha Técnica

Nápoles 1: Meret; Olivera, Juan Jesus, Rrahmani, Di Lorenzo; Lobotka, Cajuste (Traore, 68'), Anguissa; Politano (Raspadori, 77'), Kvaratskhelia (Lindsfrom, 68') y Osimhen (Simeone, 77').

​Barcelona 1: Ter Stegen; Koundé, Araujo, Iñigo Martínez, Cancelo; Christensen (Oriol Romeu, 86'), De Jong, Gündogan; Pedri (Joao Félix, 86'), Lamine Yamal (Raphinha, 80') y Lewandowski.

Goles: 0-1 Lewandowski (60'). 1-1 Osimhen (75').