Jugó el Leipzig, pasó el Madrid

Relajémonos. Del partidito ya hablaremos, qué espanto. Hagamos unas risas, que en momentos así vienen bien, acompañan. Que la cosa se iba a poner brava lo supimos a media tarde: la Fiscalía pide cárcel para Ancelotti por un asunto con Hacienda que como saben, somos todos.

Más o menos a la misma hora supimos que Los Dalton han acordado la Ley de Amnistía. ¿Ancelotti, dentro y Puigdemont... fuera? Y quieren cerrar los bares a no se qué hora. ¡Si es lo único que nos permite resistir! Impresionante. Sí, claro. Sería bueno saber si Carletto seria amnistiable. Su condición de madridista lo complicaría me temo. Y su rol en el banquillo esta vez, y el de sus jugadores abajo, pues también. El Madrid fue amnistiado e indultado a la vez. Ver y no creer.

Como se complicó el partido, qué desagradable fue. Que estos alemanes iban a ser duros lo sabíamos algunos. Que le dieran al Madrid el meneo que le dieron, la verdad es que no. Seamos 'honraos'. El Leipzig hizo más méritos aquí y allí para seguir adelante. 'Fúmbol es fúmbol' dejó dicho Boskov. Que el mejor en ambas ocasiones haya sido Lunin explica algo.

Y es que el Madrid no jugó a nada. No mola verle jugar a contener, a no ganar. No sabe hacer eso. La apuesta de Ancelotti, más volantes que delanteros, no resultó. Ok. ¿Pero puede jugar tan mal todo el Madrid? Pues sí, lo vivimos. La verdad es que tuvo mérito.

Hay que pasar página, la de Europa digo. Y pensar que vivimos un fenómeno paranormal en el que Kroos perdió balones, Bellingham corrió como pollo sin cabeza. Les dieron a todos un baño y clasificó de milagro porque es el Madrid. Otra cosa no se explica. Y ríanse sí de aquellas remontadas. De como ganó. Esto, lo del día del 122 aniversario, me pareció más difícil. Noventa minutos largos rezando a todos los santos de la corte celestial. Quien sabe: igual este puede ser el partido que más cerca del KO estarán los blancos en esta Champions. Aunque sólo sea que jugar tan fatal parece imposible.