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Ancelotti junto a la plantilla antes del partido en Múnich

Ancelotti junto a la plantilla antes del partido en MúnichEFE

El Real Madrid siente que el partido contra el Bayern es una trampa

  • El Bayern es más peligroso que el City y el ambiente de la afición no expresa lo mismo; el equipo pide el apoyo de la grada ante una final engañosa

  • Ancelotti impondrá una defensa muy seria porque señala que la eliminatoria la ganará quien menos errores cometa

En el vestuario del Real Madrid advierten que este partido frente al Bayern de Múnich sí que es una final anticipada. Los futbolistas observan con cierta incredulidad que los aficionados creen que la Copa de Europa está ganada después de eliminar al Manchester City de Guardiola. Y Ancelotti subraya que ese es un gran error. La plantilla y el cuerpo técnico piden el apoyo de los seguidores ante un partido trampa ¿Por qué este duelo es engañoso, como dicen quienes lo disputan?

Es un partido trampa porque los simpatizantes blancos piensan que esto ya está ganado y que el encuentro de vuelta de semifinales será una fiesta en el Bernabéu. Y esa es una gran equivocación de pensamiento. Y de planteamiento mental, pues la eliminatoria está empatada y hay que ganar a los bávaros.

Es un partido trampa porque los pupilos de Ancelotti deberán superar en el campo ese ambiente festivo de la grada con una entrega máxima ante un rival que ha sido menospreciado externamente y que es el único que le puede ganar al Real Madrid una eliminatoria ¿por qué, se preguntarán ustedes? Porque el Bayern es, como el equipo madrileño, un conjunto que sabe competir la Copa de Europa porque tiene una enorme experiencia.

Y es también un partido trampa en el aspecto puramente futbolístico, porque el cuadro alemán sabe jugar fútbol directo y ser letal en ataque, las mismas virtudes que exhibe el Real Madrid en el capítulo ofensivo. No marea la perdiz como el City. Cuidado, advierte el cuerpo técnico madridista.

Marcajes individuales recíprocos

Los dos conjuntos se conocen muy bien y van a plantear características similares en el césped de Chamartín. Carlo Ancelotti realizará algunos marcajes individuales y Thomas Tuchel también. Kane y Vinicius serán vigilados estrechamente, al igual que Musiala y Bellingham.

En este contexto, el entrenador blanco analiza con sus hombres que la clave del éxito frente al Bayern será aplicar un sistema defensivo muy eficaz. Carlo destaca más que nunca que se clasificará para la final de la Champions quien cometa menos errores en la retaguardia.

Los jugadores del Bayern celebran el gol durante el partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones

Los jugadores del Bayern celebran el gol durante el partido de ida de la semifinal de la Liga de CampeonesAFP

El cuerpo técnico madridista precisa que se clasificará igualmente para la final la escuadra que marque la diferencia con uno o dos detalles de calidad en el ataque. Vinicius, Rodrygo, Bellingham, Valverde y Lucas Vázquez deberán reeditar esas jugadas en tres toques y al primer pase que han decidido partidos fundamentales. El Bayern las ha estudiado con detenimiento para anular la eficacia del club más laureado en Europa. Cuidado, insisten Carlo y Davide Ancelotti.

Son peligrosos hasta en los penaltis

El aura que rodea al partido es de alegría popular y los jugadores del Real Madrid deben abstraerse de ella. El entrenador blanco sabe que el Bayern también cree mucho en sus posibilidades, es orgulloso, no siente complejos y, al igual que el Real Madrid, tiene esa prepotencia deportiva que le permite llegar a una tanda de penaltis con la seguridad de ganarla. Esa fuerza mental solo la poseen hoy precisamente el Real Madrid y el Bayern. Se enfrentan igualados a goles, aunque los aficionados locales piensen que esto está ganado.

Cuidado, reiteran en Valdebebas, porque el conjunto de Baviera ya eliminó al Real Madrid en semifinales y en el Bernabéu con Mourinho al mando. Y fue en los penaltis.

Los más viejos del lugar comentan con parte de razón que ese oxígeno festivo que respira el madridismo se convertirá en apoyo total cuando llegue la hora de la verdad en el Bernabéu y vean al orgulloso Bayern en el tapete verde.

La ambición de Bellingham y otros jóvenes

Ancelotti y sus pupilos pelean absolutamente contra toda esta aureola de victoria anticipada que viven los seguidores blancos desde hace dos semanas. Derrotar al City de Pep ha supuesto que ya todo lo demás casi no tenga valor para ellos y eso no es real. Lo mejor para Carletto es que sus hombres asumen que será muy difícil vencer al Bayern ahora y superar al Borussia Dortmund en una final.

El técnico italiano respira con tranquilidad porque su plantel tiene entre ceja y ceja conquistar la decimoquinta Champions. La ambición que demuestran Bellingham, Tchouaméni, Brahim, Joselu y Güler, que nunca han levantado una Copa de Europa, es insuperable. Jóvenes como Camavinga, Vinicius, Rodrygo y Valverde celebraron el título continental hace dos años y ahora se ven reflejados en ellos. Ancelotti conduce bien esa ansiedad y manifiesta que vencer al Bayern es la primera final.

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