El Benfica aplasta a un Atlético de Madrid que todavía tenía su cabeza en el derbi

Hay veces que con ver unos pocos minutos de partido uno se puede imaginar lo que va a pasar. El Estadio de la Luz fue una olla a presión, el Benfica salió con la motivación de seguir de dulce en la Champions League y el Atlético de Madrid saltó a un campo que le trae muy malos recuerdos con la cabeza todavía en lo ocurrido en el derbi madrileño y toda la cola que ha traído.

Todo le salió mal al equipo del Cholo Simeone y eso que intentó pocas cosas. Dio la titularidad a Correa para dejar a Sorloth en el banquillo y metió a Witsel por el lesionado Le Normand. Nada funcionó en el equipo rojiblanco, hoy de azul, y el Benfica hizo lo que quiso en cada momento del duelo. Se jugó a lo que dictaron los hombres de Bruno Lage y se llevaron el duelo de paliza, por 4-0.

Más de 1.000 atléticos se desplazaron a Lisboa para ver a los suyos y lo que vieron fue un partido tétrico de su equipo. El primer gol resume a la perfección lo que fue el encuentro, un cúmulo de errores sin que nadie le pusiera solución. Un error grave en la salida de balón rojiblanca provocó el primero, a Llorente no le dio tiempo a cerrar porque estaba muy abierto, el balón le cayó a Aktükoglu ,que controló y definió rápido y bien ante Oblak. Minutos antes, el meta esloveno ya había salvado a los suyos del primero, pero nada puedo hacer en esta ocasión.

Poco más pasó en la primera mitad. Lino era el único que intentaba de alguna manera y en un centro que se envenenó se topó con el larguero. Fue la única noticia del ataque colchonero en todo el partido porque por muy malo que había sido el primer acto, lo peor estaba por venir con una segunda que fue una auténtica fiesta para el Benfica.

Solo hubo un color en la segunda parte, el rojo. 'Las Águilas' vieron que su rival estaba tocado y quisieron hacer daño. El primer de ellos fue un viejo conocido en la Liga española, Di María. El extremo argentino convirtió desde el punto de penalti la clara infracción de Gallagher, que ha vivido su peor noche como rojiblanco desde que llegó.

Se desató entonces el Benfica y 'El Fideo' tuvo el tercero en sus botas pero pecó de egoísta. Estaba en el mano a mano con Oblak y quiso definir él, aunque tenía a dos compañeros para cederles la pelota y que la empujaran. Fue quizás el único pero al partido que hizo el equipo lisboeta, que no se arrepintió de ese fallo.

El Atlético, noqueado

Ni ese fallo clamoroso de Di María, que los dejó con vida despertó algo al equipo de Simeone. Se jugaba siempre a lo que proponía el conjunto local y con el 2-0 en el marcador optó por contemporizar y dormir el choque. Aun así, sus ocasiones se sucedían y los rojiblancos lo ponían fácil, pues Bah en un córner, sin necesidad de saltar, sentenció un duelo al que todavía le quedaba un gol más.

La noche era ya horrible para el Atlético, pero todavía le quedaba sufrir más. Un penalti infantil de Reinildo dio a Kokcu la oportunidad de sonrojar aún más al equipo madrileño. No falló el turco y completó la humillación que se llevan para casa los rojiblancos. Definitivamente el estadio del Benfica no es su mejor campo y mucho deben cambiar las cosas si el Atleti quiere estar en la próxima ronda de la Champions League. Esto es muy largo, pero la imagen de hoy es de las que se tardan en olvidar.