La BMV, el tridente de lujo del Real Madrid, aparece por primera vez cuando más lo necesitaban
Las estrellas del equipo blanco llevaron el peso del partido y fueron decisivos para que el rey de Europa se fuera de Bérgamo con los tres puntos
El Real Madrid se sobrepone a todas las adversidades y respira en Champions
El Real Madrid logró el pasado mercado de fichajes el deseo que llevaba teniendo desde hace 7 años. Kylian Mbappé era el viejo anhelo de Florentino Pérez y al fin cumplió su deseo de verle vestido de blanco. El astro francés –para muchos el mejor del mundo– todavía no ha ofrecido el nivel que se espera de él pero en los dos últimos encuentros, ante Girona y Atalanta, ha dejado destellos de su calidad.
Se une así a Bellingham y Vinicius como el líder del equipo. Y es que por fin, después de dos meses y medio de temporada y 23 partidos, la bautizada como 'BMV' logró que todos sus efectivos hicieran gol en un encuentro. Además, se dio la circunstancia de que lo lograron en el partido más importante en lo que va de año. Un duelo donde el Madrid se jugaba la vida en Champions y, como acostumbra, no falló.
Fue la demostración de que Mbappé, a pesar de marcharse lesionado en el minuto 35, tiene madera para jugar en el Real Madrid. Cumplió en el tiempo que pudo estar sobre el césped con un gol de súper clase y hasta tuvo la oportunidad de hacer el segundo. Estuvo bien Kylian y dejó claro que la sociedad con Bellingham y Vinicius está cada vez más cerca de ser letal.
A principio de temporada, la llegada del delantero francés hizo daño a Bellingham, a quien Ancelotti retrasó para dar entrada a Kylian en un nuevo sistema. No funcionó y el inglés dejó de hacer goles, por lo que el técnico italiano tuvo que retocar su plan, volver a adelantar a Jude y conseguir que no se pisara con Mbappé. Ha costado, pero está empezando a salir y Bellingham hace goles y además también se los da al ex del PSG.
Vinicius siempre está
Además de los goles de Mbappé y Bellingham, que fueron los mejores en la primera y en la segunda parte, respectivamente, está Vinicius. El extremo brasileño forzó para llegar a la 'final' de Bérgamo y a pesar de no tener su mejor noche logró hacer un gol decisivo. En una jugada que no iba a ningún lado, Vinicius no le perdió la cara y se aprovechó de un rebote de la zaga italiana para mandarla a la jaula.
No fue el gol más bonito de su carrera, pero es de los que vale igual. Además, meterlo fue la demostración de que ya es una estrella del gol. Son los típicos regalos que no ocurren dos veces y por tanto no se pueden dejar pasar. Metió la que tuvo y allanó el camino al Real Madrid, que vivió cinco minutos mágicos que completó Bellingham con el tercero. Dos goles vitales para después tener un colchón con el que sobrevivir a los arreones de la Atalanta, que murió en la orilla.
Primera gran noche del Real Madrid este curso. Sufrimiento a raudales, goles de sus estrellas y un desenlace feliz para seguir con vida en esta Champions. El rey de Europa ya piensa en la Decimosexta y para ello son necesarias más noches donde Vinicius, Mbappé y Bellingham se asocien y hagan goles y si se puede unir Rodrygo mejor que mejor. La dinamita la tienen y como dice Ancelotti: «Llegamos vivos a Navidad». Así que en la segunda parte del año puede pasar de todo.