Griezmann, otro cambio de cromos Barça-Atleti que acaba en fracaso
El francés llegó a Barcelona con cartel de 'crack' y ha salido por la puerta de atrás, mientras que el camino inverso está significando el resurgir de descartes azulgranas como Luis Suárez o David Villa
El aterrizaje de Antoine Griezmann en Barcelona en 2019 como socio de Leo Messi y su salida en 2021 con solo una Copa del Rey es una historia que se repite en los últimos viajes entre Madrid y la Ciudad Condal. El francés ha seguido los pasos de Luis Suárez al Atlético de Madrid una temporada después. A su vez, ambos arietes van tras las huellas de otro delantero azulgrana que demostró que tenía aún mucho fútbol que aportar.
Los viajes de ida y vuelta entre ambas ciudades han supuesto también un giro de 360 grados de las tendencias de sus predecesores. El turco Arda Turan es el último ejemplo. El turco alcanzó un gran nivel con los colores rojiblancos y acabó –al igual que ‘El Principito’– sin encajar en el Barça.
Por su parte, el delantero uruguayo está reeditando la historia de David Villa, su precursor más reciente. El ‘7’ de España vivió una época dorada como blaugrana, pero acabó descartado por el club y «regalado» al equipo colchonero, donde siguió haciendo goles.
El último cromo roto
Arda Turan aterrizó en la disciplina rojiblanca en 2011 por 13 millones de euros, procedente del Galatasaray. El atacante otomano se convirtió en una pieza fundamental en el esquema de Diego Pablo Simeone, con el que ganó cinco títulos –incluida una Liga en el Camp Nou– en siete temporadas. Sus registros de 22 goles y 31 asistencias despertaron el interés del Barça, que lo sacó del Vicente Calderón por 34 millones de euros.
El Atlético de Madrid obtuvo un beneficio de más de 20 millones por un futbolista que ingresó en el decálogo de fichajes más caros de la entidad culé. La sanción FIFA que penalizó a los azulgranas en 2016 provocó que se perdiera 16 encuentros del campeonato doméstico.
Su trayectoria en la Ciudad Condal combinó los títulos con la irregularidad. Turan alzó otra Liga, dos Copas del Rey y una Supercopa de España de azulgrana, pero jugando tres veces menos que en su anterior etapa. El turco solo contó con 53 apariciones en las que sus prestaciones también se redujeron hasta los 13 tantos y 10 pases de gol.
El talentoso jugador acabó saliendo cedido al Estambul Başakşehir, donde –lejos de reencontrar su mejor nivel– fue más protagonista fuera del campo que dentro.
Tanto es así que su nuevo club decidió prescindir de sus servicios tras episodios como su condena de cárcel por efectuar disparos dentro de un hospital o por formar parte de una pelea en un bar. La aventura del capitán de la selección turca en Barcelona concluyó donde comenzó a fraguarse: en su país. Finalmente, el futbolista de 34 años ha encontrado acomodo en el Galatasaray sin dejar un solo euro en las arcas.
Segunda edad de oro y venganza
Luis Suárez pasó de integrar un tridente de fantasía junto a Leo Messi y Neymar Jr. –con el que ganó nueve títulos, incluida una Champions League, y anotó más de 360 goles– a entrenar apartado del resto de sus compañeros mientras se resolvía su futuro. Ronald Koeman le comunicó a su llegada al banquillo que no contaba con él para el viraje que buscaba en el equipo. Finalmente, la entidad blaugrana dejó salir al pistolero uruguayo con la carta de libertad y 198 dianas en seis temporadas.
Suárez jugó su baza para enrolarse a las órdenes de Diego Pablo Simeone en el Atlético de Madrid, que buscaba un delantero con experiencia y olfato goleador tras el adiós de Diego Costa y Álvaro Morata. Ganó la liga la temporada pasada y este año ha anotado el gol que certificó el naufragio del Barça en el Wanda Metropolitano con el entrenador holandés viéndolo desde el palco.
Una leyenda de la delantera azulgrana que abandona el Camp Nou antes de tiempo, a bajo coste –cero en el caso del ‘9’ atlético–y demuestra que aún puede ser importante en la consecución de títulos. Luis Suárez ha replicado en sus carnes el mismo trayecto que vivió David Villa.
Villa integró otro trío ofensivo que deslumbró en Barcelona, junto al actual jugador del PSG y Pedro Rodríguez, la «MVP». El artillero asturiano sumó 48 goles en todas las competiciones, que complementó con 23 asistencias que ayudaron a levantar la Copa de Europa en Wembley, entre otros éxitos en sus tres temporadas. Una fractura en la tibia en diciembre de 2011 le mantuvo siete meses lejos de un equipo que acabaría abandonando en 2013.
El Barcelona facilitó su salida al Atlético de Madrid por poco más de cinco ‘kilos’. El artillero de Tuilla se estrenó a los 31 años con gol ante el Barça en la ida de la Supercopa de España. Su aportación goleadora con Simeone alcanzó los 15 goles en su única temporada, que contribuyeron a que el cuadro rojiblanco lograse la Liga en el Camp Nou.