El Betis se carga el 'efecto Xavi'

El Barcelona solo había perdido uno de sus últimos 20 enfrentamientos ante el Real Betis, en 2018, cuando lo entrenaba Quique Setién, al que aún le deben el finiquito. De igual manera los blaugranas siempre habían marcado goles con el que era su mejor rival, en los 31 partidos disputados hasta el momento.

Llegaban ambos conjuntos con dos victorias consecutivas en Liga. Xavi reservó a Dembélé, de Jong y Piqué pensando en su cita europea. Pellegrini aún no contando con su mejor hombre, Fekir, sancionado, ni con las estadísticas, donde los azulgranas habían marcado 25 tantos en casa al Betis, sabía por experiencia que sin Messi y Luis Suárez es otra historia. Como historia ha hecho el 'Ingeniero' al irse del Camp Nou con una victoria (algo que solo conocía del Villarreal), sin encajar un gol y por encima del Barcelona.

El júbilo fue breve

La alegría en el Camp Nou fue efímera. En los prolegómenos el Camp Nou aplaudía a Pedri y Alexia Putellas, por sus premios Kopa y Balón de Oro femenino, respectivamente. Una vez pasados los vapores de la gloria y el reconocimiento, había que centrarse en la realidad, que no es otra que el equipo en Liga está muy lejos del líder, el Real Madrid. Y que la cita de Múnich, apunta a drama.

Estar a 13 puntos del equipo blanco, puede ser una losa o un acicate, según se mire el vaso, medio lleno o medio vacío. Los primeros minutos mostraron la mejoría en el estado anímico del Barça que se produjo con la llegada de Xavi Hernández al banquillo, a los diez minutos Jordi Alba, que jugaba su partido 400 con la camiseta culé, recorrió la banda izquierda y le puso un balón a Coutinho, como lo hacía con Leo, pero el disparo del brasileño lo detuvo sin problemas Rui Silva. A veces, las comparaciones son odiosas.

Tras quince minutos, apagón blaugrana

Pasado el cuarto de hora se apagó el Barcelona, que veía como  el Betis se había quitado toda la presión blaugrana y empezaba a merodear el área de Ter Stegen, lo intentó Canales y tuvo dos llegadas Álex Moreno, que fueron cortadas por la defensa culé. Destacaba Araujo en estos cometidos.

Apareció tímidamente Abde, vertical y con desequilibro cuando podía llegar a la línea de fondo, pero sus centros no encontraban rematador en el segundo palo. Pero el peligro real llegó en el minuto 24, con una jugada invalidada por fuera de juego de Juanmi. A la media hora los de Pellegrini tocaban con alegría y los jugadores azulgranas intentaron frenarlo con faltas. Guardado se desesperaba, porque era el más afectado. Poco después, se fue conmocionado Gavi en camilla tras llevarse un golpe en la cabeza. Le sustituyó Riqui Puig, antes que Frenkie de Jong, en un claro mensaje de Xavi, como hizo con Dembélé y Piqué, que su mente estaba en Múnich.

En el minuto 40 el Barça no tenía profundidad de llegada porque ningún jugador en la banda lo conseguía, ni Abde ni Coutinho. El brasileño perdió fuelle tras unos buenos diez minutos iniciales y Abde había sido anulado por la defensa bética. Memphis era una isla en la soledad del césped rodeado de béticos. A un minuto de pitar el colegiado González Fuertes el descanso, Ruibal remató de tacón un centro de Álex Moreno que pasó cerca de la portería blaugrana. Y en el minuto 46, Ter Stegen sacaba otro peligroso centro de Álex Moreno, de los mejores de la primera mitad. El plan de Xavi empezaba a hacer aguas.

Revolución Dembélé

En la reanudación el Barcelona no dio síntomas de mejoría, continuaba con las mismas imprecisiones con las que cerró la primera. Y el Betis estaba muy atento a estos errores. En el minuto 55 encajó un tanto de Juanmi, a pase de Ruibal, que se anuló por un fuera de juego muy estrecho. El Betis tenía mejores situaciones que los blaugranas y por eso Xavi, se vio obligado a pensar en el partido que se estaba disputando y no en la Champions. Saltaron Dembélé y de Jong por Coutinho y Nico. Ahora si metían los de Xavi una marcha más. En tres minutos el francés revoluciono el partido, entrando por la derecha, desbordando y llegando a la portería de Rui Silva.

Asumieron más riesgos los culés, pero volvieron a recuperar el brío del primer cuarto de hora, con el control de la bola y con las ideas renovadas. Llegaban por las dos bandas, apoyándose y teniendo de referencia a Ousmane y Memphis. El festival Dembélé fue espectacular, generó desequilibrio y desborde constante. Tuvo dos disparos idénticos, desde la esquina del área derecha pero el balón no quiso entrar.

Jarro de agua fría

Cuando peor estaba el Betis, llegó la contra de manual de los de Pellegrini, que no había ganado al Barcelona desde su llegada al banquillo bético. Canales condujo el balón perfectamente, regateo a de Jong, le pasó a Tello que vió como llegaba el goleador Juanmi y el malagueño marcaba a placer. 0-1, noveno gol del verdiblanco esta temporada. El rostro de Xavi era un poema y el efecto Dembélé se esfumó.

Los últimos minutos del encuentro retrotrajeron al Barça a la grisácea parte donde tenían la pelota, pero no generaban ocasiones, otra vez sin ideas y otra vez con los plomos fundidos. Primera derrota de la 'era Xavi' ante un Betis que es rival directo para jugar en Europa la próxima temporada y lo que es peor, adiós a la Liga y a esperar que el Real Madrid no venza en Anoeta y se ponga a 16 puntos. Y el Bayern en cuatro días puede dar una estocada muy grave al Barcelona en Champions.