Año nuevo, mismo Barça

El Barça llegaba al Nuevo Los Cármenes con la idea de prolongar su racha en Liga y sumar su tercer triunfo en los últimos cuatro partidos.

Las sufridas victorias ante Elche y Mallorca, en medio de una plaga de bajas, y la buena imagen dejada entre medias en el Pizjuán ha levantado la moral de un Barça que parece salir del tremendo bache que le ha llevado a vivir alejado de los puestos de Champions durante la primera vuelta. Lugar de privilegio que podría asaltar de manera momentánea en caso de ganar hoy en su visita a Granada. Lo hacía con Dani Alves debutando en Liga, con los habituales canteranos Gavi y Nico en la medular, con Ousmane Dembélé como estrella del equipo y con Luuk de Jong como referencia ofensiva, con la moral por las nubes, tras su gol ante el Mallorca.

En frente un Granada que se ha convertido en un rival incómodo en la historia reciente para el Barça. Los de Robert Moreno han sacado cuatro puntos en sus dos últimos enfrentamientos.

A los ocho minutos el enrachado De Jong abrió el marcador gracias a un preciso remate en el que nada pudo hacer Maximiano, pero el VAR vino al rescate del Granada.

Tuvieron que pasar otros ocho minutos para que los culés volvieran a visitar la puerta de Maximiano, y de nuevo, Luuk de Jong sacó su repertorio de remates, esta vez con una espuela que a punto estuvo de colarse en el arco nazarí. Xavi, como suele ser habitual, permanecía de pie dando constantes indicaciones. Delante, un Granada bien posicionado que no sufría ante las envestidas barcelonistas. Sin olvidarse, por supuesto de atacar. En el minuto 25, Machís probó si el renacer de Ter Stegen era flor de un día, pero el alemán respondió con su mano izquierda pegada al suelo para desviar su disparo y demostrar que hay brotes verdes en la recuperación de su nivel.

Sin embargo, lo que no parece volver al Barça, por lo menos hasta el día de hoy, es la velocidad que pide Xavi a los suyos.

Llegaba el descanso con un Barça, que como la gaseosa, se fue diluyendo durante la primera parte del encuentro

La segunda parte comenzó con un Granada más atrevido que en las botas de Quini tuvo una gran ocasión que se fue por encima de la portería del cancerbero azulgrana. El Barça no jugaba a lo que quería, y sufría, y por si fuera poco, llegó en el minuto 53 la lesión de Eric García.

Sin embargo, en el minuto 57 Luuk de Jong repitió la heroicidad de Mallorca y remató a la red un envío de Dani Alves.

El Granada, lejos de entregar el cetro, no se arrugó, pero poco a poco fue cediendo más terreno, algo que aprovechó el Barça para ir adueñándose del balón y ganando más terreno. Sin embargo, como no hay partido tranquilo para los blaugrana dieron cierta emoción al quedarse con diez tras la doble amarilla de Gavi. Por supuesto, el  Granada no iba a desaprovechar esta oportunidad y volvió a probar suerte en las botas de Milla, pero Ter Stegen volvió atajar el balón. Igual de providencial fue el corte de Lenglet cuando evitó un gol que sin embargo llegó minutos después, gracias a un disparo de Antonio Puertas que llegó a la escuadra culé y que ponía el empate en el marcador y volvió a  poner de manifiesto la fragilidad del Barça en el juego aéreo.

El Barça, un equipo que sigue sin carburar, pero cuyo entrenador no parece que nadie le cuestione. El siguiente compromiso azulgrana será el Clásico ante el Real Madrid de la Supercopa de España que se disputará en Arabia Saudí. Un todo o nada.