Real Madrid y Betis despiden la temporada sin goles y sin hacer sangre

Competir no es un chip que se ponga y se quita. Y por eso Ancelotti tal y cómo avisó salió con todo lo disponible ante el Betis. Es necesario salir con los ojos ensangrentados desde el inicio. El Bernabéu vivió un momento inolvidable cuando ambos campeones se hicieron un elegante pasillo, que no quiso perderse ni Ancelotti y que completó Alejandro Sanz, que hizo el saque de honor dando a entender que entre béticos y madridistas no tenía el Corazón Partío.

El Madrid avisó cómo sería su estilo de juego en el minuto 3. Courtois inició una contra que condujo Benzema para Vinicius quien devolvió al francés cuando entraba en el área, y que Rui Silva evitó que fuera a más.

La conexión franco-brasileña de la banda izquierda protagonizada por Mendy y Vinicius levantó los primeros aplausos que terminaron en uys cuando Kroos envió fuera su disparo. El Madrid comenzaba a gustarse y al Betis no parecía importunarle el despliegue blanco.

Los ex se lucían en el Bernabéu

El aviso bético llegó a los diez minutos cuando el disparo de Guido, tras tocar en Militao y Casemiro, acabó en las manos de Courtois. El Betis seguía acercándose a la meta del belga, pero sin acierto. Juanmi se lamentaba, tras un remate alto a centro de Canales, quien se sentía muy cómodo sobre el césped de un estadio que se quedó con las ganas de verle triunfar.

William José, otro ex blanco, probó fortuna desde fuera tras un despiste de Casemiro. El brasileño parece echar de menos en los últimos encuentros su diferencial poderío físico y, a punto, estuvo de permitir que el delantero bético anotara si el balón no hubiera estado del lado de un Courtois que todavía sueña con un Zamora casi imposible.

El reloj corría en un partido de dos equipos que les gusta mimar el balón, atacar y que se nota que tenían los deberes hechos.

Kroos se disfrazó de Modric

La tranquilidad que se vivía sobre el césped no era igual en el banquillo local, donde Ancelotti exhibía muecas de desaprobación.

El equipo lo notó y el pie derecho de Kroos emuló a Modric para enviar un pase medido con el exterior a Vinicius que encaró a Bartra y encontró a Rodrygo, al que un fallo en el regate en el área le privó de un premio mayor.

Vinicius siguió exhibiendo su facilidad en el uno contra uno pero su mejor socio, Benzema, no acertaba a rematar los envíos del brasileño.

Llegaba el descanso en un partido al que solo le faltaban los goles

Pensando en París

Tras el descanso el Bernabéu recibió a Camavinga y Valverde que entraron por Casemiro y Kroos pensando en la final de París.

Los uys volvieron a la grada gracias a un disparo de primeras de Benzema desde el punto de penalti que despejó casi sin querer Rui Silva y que Rodrygo , en el rechace, no acertó a rematar a gol. El Madrid acariciaba el gol pero no conseguía atraparlo

Juanmi seguía opositando a abrir el marcador de su equipo, pero la suerte le era esquiva hasta el momento

El turno de las despedidas

En el minuto 68, Ancelotti llamó a Ceballos, Isco y Marcelo y el Bernabéu despertó del letargo para despedir en pie a Modric y hacer la reverencia a su capitán. El lateral brasileño se colocaba el brazalete con ayuda de Benzema por última vez en el Bernabéu mientras la afición no dejaba de aplaudir. Ceballos e Isco, aunque éste último de forma más tibia, también recibieron las palmas del respetable, quien no se olvidó de reconocer el arte de Joaquín cuando saltó al verde.

Betis y Real Madrid perseguían el gol, pero bajo la estrategia de no hacer sangre. Vinicius encaraba como siempre, pero Benzema fallaba como nunca. Joaquín se abonó a los fallos inexplicables cuando en el 86 mandó por encima del larguero un remate a boca jarro.

El Bernabéu echa el cierre a una temporada en la que volvió el público a los estadios, el Madrid se reencontró con el título de Liga y todavía puede hacer histórica. Marcelo se emocionó y sus lágrimas y el corrillo de toda la plantilla evidencian el fin de la era del jugador que más títulos ha levantado con la elástica blanca. Lo siguiente, conocer el futuro de Mbappé y la ansiada final de París.