Rodrygo y Camavinga, la resolutiva mirada de Ancelotti al banquillo

Fue hace justo un año cuando Rodrygo Goes y Eduardo Camavinga se pusieron el traje de revulsivo. No se lo colocaron ellos, sino que Carlo Ancelotti les puso ese papel cada vez que el Real Madrid tenía un partido complicado. El italiano tiene ya la fórmula para desatascar esos duelos que se ponen raros y no la suelta. Tan sencillo como llamar al brasileño y al francés y a jugar. Y a ganar. Viejas decisiones que se repiten con los mismos resultados.

La tradición ya marca que a encuentro que se complica existe una alternativa clara: Rodrygo y Camavinga. O salen a la vez al terreno de juego o por separado, pero salen. Y todas (y todas son todas) las veces sale bien. La última fue este domingo en el RCDE Stadium. Con el Real Madrid empatando ante el Espanyol y con el conjunto catalán amenazando con la victoria, Ancelotti volvió a mirar al brasileño y al francés para salvar los puntos. Es una vieja medida que acompañó al club blanco la temporada pasada, especialmente en el tramo más relevante. Y a la primera oportunidad que ha habido Carletto ha cumplido con la tradición.

En este encuentro de la tercera jornada de Liga, el más difícil de los que por ahora ha tenido el Real Madrid, los dos salieron en el minuto 58. El resultado era de 1-1 y el Espanyol estaba mejor. El encuentro acabó 1-3 y con clara participación de Rodrygo, autor de jugadas de ataques y de la asistencia del 1-2, y de Camavinga, que revolucionó el partido desde el portento físico e hizo recuperar al Madrid el poder en el centro del campo.

Los cambios no son casualidad. Ancelotti no improvisa. Desde septiembre de 2021, primer mes al completo de Camavinga como jugador del Real Madrid, el técnico italiano ha utilizado a estos dos jugadores 13 veces como revulsivos. 13 partidos en los que Camavinga y Rodrygo entraron al campo como suplentes. Y los datos son claros: en los 13 partidos el Real Madrid remontó la situación difícil en la que estaba. Todo se repite: salen en momentos del encuentro complicados y resuelven los problemas. De esos 13 partidos, 12 los ganó el equipo blanco y solo uno pasará a las estadísticas como derrota aunque fue una victoria general: el duelo ante el Chelsea de cuartos de Copa de Europa (2-3) en el que el Madrid pasó en la prórroga.

A diferencia de Rodrygo, que se perdió los dos primeros partidos de Liga por lesión, Camavinga sí ha jugado estos tres encuentros. En dos fue titular, en Almería y en Vigo. En el Juegos del Mediterráneo fue cambiado al descanso por protección -dijo Ancelotti- al haber visto ya una tarjeta amarilla. En Balaídos aguantó prácticamente todo el partido. Ante el Espanyol se fue al banquillo, pero su aparición fue decisiva en la segunda parte.

De Rodrygo lo dejó claro el propio Ancelotti un día antes de que jugara sus primeros minutos en la presente Liga: «Va a tener un papel más importante porque el año pasado marcó la diferencia en partidos importantes». Bien es verdad que el italiano lo dijo porque el brasileño «será titular más veces», pero los datos -y las propias decisiones de Carlo- demuestran que vale mucho más como revulsivo. Y es lo que hace continuamente: mirar al banquillo, 'cantar' los nombres de Rodrygo y Camavinga y a remontar. Y siempre le sale bien.