El Cádiz, con un gol en el 99', hunde al Atlético y tapa la rebelión de Joao Félix

No hay nada como un gol en el último segundo que de una victoria. Puede que sea una de las grandes felicidades que pueda tener una persona que le guste el fútbol. Eso es lo que vivieron este sábado los hinchas del Cádiz en un encuentro más que loco ante el Atlético de Madrid. Naufragio del equipo de Simeone (3-2) en un resultado inexplicable, con un tanto de Rubén Sobrino en el 99'.

Los finales de partido han provocado todo un drama al Atleti esta semana. La locura va contra ellos. En un partido que iba 2-0 en el minuto 85, Joao Félix se rebeló con dos goles y ocasiones muy claras para acabar ganando. Pero la victoria se la llevó el Cádiz con un gol en el minuto 99, en la última acción del encuentro. Con la emoción de lo que dijera el VAR, el gol fue válido y el pitido final fue instantáneo.

Gol a los 30 segundos

No estaban todos aún sentados en el Carranza (oficialmente Nuevo Mirandilla por los deseos del alcalde 'Kichi') cuando el Cádiz, en descenso y sin ganar en su estadio, ya había marcado. Uno de los equipos a los que más le cuesta hacer gol en toda LaLiga marcó al Atlético a los 30 segundos. Fue la imagen que representó este Atleti, un equipo en horas bajas.

El gol llegó ante la pasividad del centro del campo rojiblanco, que quizá entendía que en esos primeros segundos no hay peligro. Pero Espino por banda y Bongonda en el punto de penalti demostraron que sí vale marcar en el primer minuto. Entró el congoleño con fuerza en el área y colocó el 1-0 bien rápido.

Jugó ya el Atlético muy a remolque. Los golpes le iban cayendo, porque en el minuto 10 su referencia atacante, Álvaro Morata, se tuvo que ir lesionado ante la alarma de Luis Enrique para el Mundial. Controlando el balón, tenía sus ocasiones el equipo madrileño, ninguna clara. Algún centro lanzó sin que hubiera nadie que los rematara.

Tuvo Saúl en el 35' un misil que iba directo a gol, pero al que el portero Ledesma le dijo al balón que por allí no pasaba. Eso fue lo mismo que hizo el cancerbero comenzada la segunda parte, cuando Ángel Correa tuvo la ocasión más clara, una de esas antes las que el delantero no puede hacer más. La parada de Ledesma fue de muchísimo nivel.

Joao y Griezmann a escena

Con un encuentro equilibrado, en el tiempo de descuento de la primera parte también apareció el otro portero, Jan Oblak, que evitó males mayores a un equipo totalmente atascado. Con Carrasco pidiendo penalti en el 58', Simeone esperó hasta el minuto 60 (y no al descanso) para sacar las piezas claves.

Griezmann, al que quiso darle descanso, y Joao Félix tuvieron media hora para resolver la papeleta a Simeone. Como no lo hicieron ya el técnico argentino se fue a la desesperada y sacó a Pablo Barrios, un canterano que debutaba en LaLiga.

Al Cádiz con estar bien plantado atrás le valía. Su esfuerzo fue titánico y si bien mandaba el Atlético, los gaditanos ni sufrían. A excepción de la mencionada ocasión de Correa no tuvo más claras el recién eliminado en la Champions. Y así fue como el Cádiz metió el segundo gol, obra de Alex Fernández, tras un balón casi perdido en línea de fondo, que provocó el delirio en el Carranza. El conjunto gaditano se aprovechó de un equipo electrocutado... al que le sirvió ese golpe para reaccionar.

Joao Félix al rescate

A la desesperada, con 2-0 en contra y prácticamente KO, Joao Félix se echó el equipo a la espalda. Qué imagen que marcará toda una temporada. El olvidado por Simeone, en plena batalla entre uno y otro, hizo todo para evitar que su entrenador naufragara: marcó dos goles y dirigió el intento de salvación rojiblanco.

El portugués, en el 85', marcó su primer gol de la temporada (y el primero también en siete meses) con una 'tijera' que rebotó en el defensor Luis Hernández. Era más en propia que del portugués, aunque será el acta quien lo determine. En el 89' sacó un latigazo desde fuera del área con el que además de reivindicarse daba un empate inexplicable al Atlético.

No solo fue eso. Con ocho minutos añadido, Joao comenzó a coger el balón y a crear ocasiones. Tuvo una Saúl muy clara que se fue rozando el palo, pero especialmente hubo un cabezazo del propio Joao que era el gol de la victoria. El cambio del encuentro fue increíble, aunque aún quedaría la traca final.

Traca final del Cádiz

En una contra en el último segundo, sin tiempo para que hubiera más, un balón le llegó a Rubén Sobrino que en el segundo palo empujó el esférico con la barriga. Era gol, era el 3-2. Era además el minuto 99 ya. Pero la cosa no quedó ahí: en el estadio, que vivió una locura total, se celebró primero y se esperó después.

El árbitro no pitó el final a la espera del VAR. En el videoarbitraje buscaron una posible mano en ese remate, pero no lo había. Confirmado el tanto, el colegiado directamente pitó el final. No hubo tiempo ni para sacar de centro. 3-2 y primera victoria del Cádiz como local ante un Atlético hundido.