Benzema siempre vuelve: doblete en Valladolid para dar el último triunfo del año al Real Madrid

Benzema en el Real Madrid sí es indiscutible. Deschamps no quiso saberlo si lo sería con Francia en el Mundial, pero Ancelotti no se permite el lujo de no contar con el actual Balón de Oro. Para quien se le haya olvidado: sigue siendo un crack mundial. Nunca se fue realmente. Así lo ha demostrado en Valladolid en otra faceta, la de aniquilador. En un encuentro correoso, difícil en Zorrilla, el Real Madrid se ha llevado tres puntos muy valiosos ante el Real Valladolid (0-2) gracias a un doblete goleador de Karim en los minutos finales.

Sufrió el Madrid más con el resultado que con su juego. Los de Ancelotti dominaron en todo el duelo y más allá de algún susto (dos buenas paradas de Courtois, siempre salvador) no tuvo apenas problemas. Pero el gol no llegaba. Lo encontró en el tramo final, cuando a Munuera Montero le tuvieron que llamar desde el VAR para que pitara un penalti clamoroso por manos de Javi Sánchez, que saltó a defender un balón con el brazo estirado. Eso ya no hay argumento que defienda que eso no es penalti. Ahí –era el minuto 82– desatascó el último partido del año (y qué año tan triunfal para los blancos) el equipo de Ancelotti en Valladolid

El partido en el José Zorrilla fue de los de toda la vida. Ambiente hostil, gritos –injustificados– de «así, así, así gana el Madrid» cuando llegó el penalti (muy claro) y un equipo, el Real Valladolid, que no le perdió la cara al encuentro. Dignifica a LaLiga que los equipos no se den por ganados ante los grandes antes de empezar el encuentro. Todos deberían aplicárselo.

En un partido muy trabajado, con muchas ocasiones y superior en todo el duelo, el Real Madrid se coloca líder de LaLiga a la espera de lo que haga el Barça en el derbi catalán de Nochevieja. Más allá del puesto exacto de la clasificación, ahora mismo casi algo anecdótico, lo importante para el actual campeón es que sacó los tres puntos en uno de esos encuentros trampa de cada año. Y este era el último de un 2022 que no merecía irse (por todo lo que ha vivido el madridismo)

Polémica inicial

Un penalti decidió el encuentro en el minuto 82, pero la gran polémica estuvo al inicio de partido cuando Munuera Montero no vio mano (y penalti) allí donde todos lo ven: Ceballos entró en el área y metió un centro al área (el conocido como pase de la muerte) que dejaba a Karim Benzema listo para marcar. Pero el balón no fue allí porque golpeó en el brazo, que estaba estirado y si bien venía de un rechace el cambio de la dirección del esférico fue notorio. Iba para un lado el balón (para que lo rematara un delantero a puerta vacía) y acabó en otro. Ni en el VAR se inmutaron. Sigan, dicen. Y estas cosas se notan en una Liga.

El cabreo por el penalti no mareó al Real Madrid, que siguió creando peligro y dominando por completo el partido. Los blancos –de negro en el José Zorrilla– han regresado en forma tras el Mundial. El encuentro fue bueno, con muchas ocasiones y un control claro del duelo.

El inicio del Madrid fue de dar golpe tras golpe, pero ninguno le entró. Tuvo una doble ocasión muy clara. Vinicius disparó con inteligencia que paró Masip y el rechace le llegó a Benzema, que lo tenía todo de cara para marcar gol. Pero se le fue arriba. Era en realidad un aviso para lo que pasaría después. Karim no falla dos veces en un mismo partido.

Salvador Courtois

Con algún que otro fallo de Carvajal en defensa, propiciando que los locales creyeran en el gol, el Real Valladolid hizo que Courtois hiciera en la primera parte su tradicional paradora salvadora con un precioso disparo de Aguado que se iba colando por la escuadra. Ya lo celebraba el centrocampista, pero ahí estaba el belga. Ausente en el Mundial (su selección se llevó un buen batacazo), ya en la segunda mitad sacó otra mano espectacular a un remate de cabeza de Sergio León que justo le había botado medio segundo antes. Una barbaridad de parada (con 0-0) estirando hasta el límite la mano. Con otro hubiera sido gol.

A Vinicius no le salió gran cosa, pero el intento del brasileño debe ser siempre aplaudido. Él es un luchador constante que quiere dar espectáculo y desatascar encuentros tan complicados como este. Le dejó en el campo Ancelotti, que tuvo que sacar al revulsivo Camavinga para ver si cambiaba algo. Y sí lo hizo Con Tchouaméni y Modric no arriesgó, los otros dos que llegaron a las últimas rondas del Mundial, y los sacó ya en el tramo final con el resultado a favor.

Benzema al rescate

El tramo final lo decidió todo. Con igualdad Javi Sánchez saltó con el brazo separado y el VAR avisó al árbitro, que en el campo no veía penalti para el Madrid. Visto en la televisión lo pitó, Benzema lo marcó y se formó la monumental con el Real Valladolid (y su estadio) al borde del colapso. Sergio León fue expulsado en las protestas.

Minutos después, con un Real Valladolid agotado por las protestas, Camavinga dio la razón a Ancelotti, le dio frescura a una jugada en la que corrió más de lo que se le pedía y le acabó brindando el segundo gol a Benzema. Doblete de reivindicación para cerrar su mejor año, ese en el que Deschamps no le dejó estar al final en el Mundial. Ancelotti sí le quiere y por eso le ha ido tan bien en este año que cerramos.