¿Están a un mal nivel los árbitros esta temporada o es una sensación del aficionado?

El tema del arbitraje da que hablar cada semana. Rara es la jornada en la que todos los equipos terminan contentos con las decisiones de los colegiados y que nadie se queja en público sobre el asunto. Cada vez los jugadores y entrenadores muestran más su malestar con un estamento que está perdiendo credibilidad para el resto de partes del fútbol. En estos momentos nadie entiende nada y no se comprende ni cuando entra el VAR ni tampoco lo que es penalti o no, ya sea por mano o por otro tipo de falta.

Aun a riesgo de ser sancionados por el Comité Técnico de Árbitros, hay muchos jugadores y entrenadores que están mostrando su malestar últimamente por la forma de arbitrar que se está llevando a cabo en España. El último en hacerlo ha sido Sergio González, entrenador del Cádiz y que después de ver como el VAR daba por válido un gol en fuera de juego la semana pasada, tuvo quejas en esta última jornada, en su encuentro ante el Sevilla al entender que Lamela debería haber sido expulsado. «Ha habido una segunda amarilla que no se le ha sacado a Lamela increíble por un codazo. El Sevilla se quedaba con 10 y el partido habría cambiado. Estamos otra vez con el arbitraje. Al final es interpretación y no podemos entrar, no es como en el partido contra el Elche», comentó en rueda de prensa.

¿Están a mal nivel los árbitros?

Es evidente que no es normal que cada semana sean varias las polémicas que se generan en LaLiga, aunque también hay que decir que en un deporte de tanta interpretación como es el fútbol, es muy difícil que llueva a gusto de todos y uno siempre tiende a ver como cierto lo que favorece a su equipo.

No obstante, el VAR, que en un principio llegó para poner fin a la polémica, no termina de aclarar a nadie, es más, en muchas ocasiones acaba confundiendo, sobre todo en cuanto a las manos y en los momentos en los que debería entrar y en los que no. Por ejemplo en esta última jornada, la 18, fue muy sonoro el duelo Villarreal – Girona, donde Del Cerro Grande pitó dos penaltis a favor del submarino amarillo a pesar de que el contacto parecía muy leve como para señalar la pena máxima, sin embargo, desde el VAR nadie le dijo al colegiado madrileño que acudiese al monitor.

También resultó sorprendente la expulsión perdonada a Dembélé, donde Javier Iglesias Villanueva ni siquiera fue al VAR a juzgar una entrada que posiblemente merecía más que amarilla al dejarle el francés los tacos clavados a su rival a la altura del tobillo.

Los errores de esta jornada se suman a los que se han ido sucediendo durante las últimas semanas y que de hecho han obligado al Comité Técnico de Árbitros a 'mandar a la nevera' a varios colegiados para intentar acabar con esta mala racha que están atravesando. El caso más sonado fue el de Mateu Lahoz, que ya esta última jornada volvió a dirigir un choque en el que no mostró tarjetas, pero que terminó disgustando a todos los presentes por su diferencia de criterios en jugadas similares, no obstante, fue un partido tranquilo y sin ninguna gran polémica.

Además, cabe destacar que desde la presidencia del Comité Técnico de Árbitros han intentado mostrarse más cercanos a los aficionados al ofrecer ruedas de prensa explicando cómo se trabaja cada jugada, el problema, es que todas esas explicaciones luego no se terminan de ver reflejadas en la práctica y además nunca reconocen errores concretos, motivo por el que ya hay mucha gente que pide que comparezcan al final de cada partido para explicar lo que han pitado.