El Atlético se emborracha a goles en su día más feliz de toda la temporada

Esta vez sí el Atlético de Madrid firmó uno de esos partidos por los que el aficionado sale del Metropolitano con una sonrisa completa. Todo se dio a favor: goles, ocasiones, aplausos a Simeone, buen juego, doblete goleador de Memphis, dos de Morata, otro de Griezmann... Victoria rojiblanca ante un Sevilla (6-1) que les inquietó en algún tramo de un encuentro que alza al Atlético a la tercera plaza.

Ya está tercero el equipo de un Simeone agasajado en el Metropolitano con motivo de que ya es el entrenador con más partidos de su historia. Aplausos y vítores para un entrenador al que este año no se le ha ovacionado como antaño y cuyo único reto este año es clasificar al Atlético al tercer lugar, posición que tiene premio extra esta vez.

Felicidad rojiblanca

Los colchoneros no aburrieron esta vez y regalaron a su hinchada un buen partido de fútbol, algo a lo que debería estar obligado cada semana. Fue una borrachera de todo, de goles, de juego, de buen ambiente, de diversión... Bien es verdad que el rival no es de los potentes (está luchando por la salvación) y que está tan hundido como le deja Sampaoli, el entrenador con más palabras que hechos. Y el Atlético se divirtió en su partido más feliz y completo de toda la temporada, algo que no es difícil por los precedentes. Hubo alegría y hermandad, que es noticia este año.

El protagonista de la primera parte fue Memphis Depay, el descarte del Barcelona que al menos no pasará sin pena ni gloria por el Atlético. Marcó dos goles, el primero tras un pase filtrado de Griezmann con el que se quedó solo ante Bono. El segundo fue un golazo al pararse en la frontal del área y meterla allí donde no llega el portero del Sevilla, que está a años luz de ser ese guardameta que enamoró en el Mundial.

La primera media hora del Atlético fue muy buena. Sin embargo en el 39' marcó En Nesyri en una de esas acciones que muestran la tranquilidad de un equipo. La defensa rojiblanca entendió que ya estaba todo hecho, se confió y lo aprovechó el Sevilla. Dejaba ahí el miedo por el resultado apretado, pero este partido era claramente del Atlético.

Así lo hizo ver Griezmann, que volvió a dejar uno de sus destellos. Qué golazo marcó el francés con un disparo desde fuera. Lo primero que hizo fue irse al banquillo y abrazarse al jefe, al Simeone que tanto peleó porque regresara a Madrid. 15 minutos después Carrasco sumó en la goleada (era el cuarto) tras un precioso e inteligente pase del canterano Pablo Barrios.

El Sevilla es un equipo hundido. Sampaoli, que tanto cartel mediático tiene, no aporta nada de lo que no hiciera Lopetegui. El problema de los andaluces está en el palco, en la dirección deportiva. Monchi ha hecho una plantilla muy pobre que le lleva a esto, a luchar por la salvación. Está a tan solo un punto del descenso. Todo va mal en este equipo y Rakitic tuvo la oportunidad de marcar el segundo de penalti y lo mandó al palo.

Goleada escandalosa

Un minuto después Morata marcó el quinto con un espectacular pase de Griezmann. En el tiempo de descuento Álvaro hizo el sexto y sumó dos más a su cuenta. La goleada fue humillante y relevante en la clasificación porque la salvación está muy apretada con empate a puntos y se puede decidir por goles. En el Metropolitano le gritaron «a Segunda». En el otro lado hay un Atlético feliz que está a 14 puntos del liderato (que es aquello por lo que debería estar luchando) pero que al menos sube a la tercera plaza de una Liga que es lo único que queda en el Metropolitano. Los rojiblancos hasta hicieron la ola. La borrachera fue total.