El Real Madrid no se rinde en Liga por obra de Marco Asensio

¿Y si...? La primavera le sienta genial al Real Madrid. Es otro equipo: rápido, efectivo, alegre, en perfecta forma física... Es un avión. No hay quien le pare y domina con facilidad. El partido ante el Celta de Vigo (2-0) no iba a ser menos.

Más allá de la derrota ante el Villarreal, la excepción que confirma la regla, el equipo de Ancelotti ha ganado todo desde el parón por selecciones. ¿Y si hay liga para el Real Madrid? Cuesta creerlo, ha llegado demasiado tarde. Al menos duerme a ocho puntos del Barça, distancia que mantendría si al Atlético le da por ganar en el Camp Nou, algo que jamás ha conseguido Simeone en Liga.

El equipo de Ancelotti solventó con buena gana un peligroso trámite ante el Celta de Vigo y al menos le dice al Barça que ellos seguirán ahí detrás por si acaso ocurre un milagro. Y eso que los blancos tienen cada semana dos partidos porque para eso están en la Champions, algo que le queda muy lejano a los culés.

Si bien el cuadro gallego empezó mejor, el Madrid rápidamente llevó el duelo a donde quería: ritmo endiablado, carreras rápidas de Vinicius y pegada. Lo del brasileño volvió a ser una bendita locura desatascando jugadas y mareando rivales. Lo de la pegada va por días porque hace tan solo siete días en Cádiz tuvo que tener diez ocasiones muy claras para meter un gol.

Líder Asensio

De un pase de Ceballos –titular ante tantas rotaciones– nació el primer gol, un entendimiento en la joven guardia, esa que comenzó el sevillano, continuó por banda Vinicius y finalizó Asensio de primeras. El brasileño asistió pero eso ya era gol y Marco remató en un penalti en movimiento. Exquisito tanto.

Del Celta ya no había nada. El equipo de Vigo es Aspas, Veiga y nueve compañeros más y ni el uno ni el otro aparecieron en el Bernabéu. Especial interés había en ver a Gabri, el hombre revelación del fútbol español y de esta Liga. El Madrid le sigue de cerca y todo el escaparate que supone jugar en Chamartín le vino grande. No hizo nada.

Después del descanso no hubo tiempo para dudas. Nada más salir de vestuarios allí apareció Militao, consagrado ya como mejor central del mundo, con un portentoso cabezazo a la salida de un córner lanzado por Asensio. Gol y asistencia del mallorquín en el partido. Fue la típica jugada que se celebra con algo más de efusividad por la rareza que supone verlo a estas alturas: córner al corazón del área, cabezazo del central y gol. Para que lo entiendan: fue idéntico al de Ramos en el minuto 93.

Iván Villar, portero del Celta, evitó el gol de Benzema, el tanto con el que francés puede soñar con el Pichichi. Por eso juega este y todos los partidos Karim. Cree que puede conseguirlo. Con un cabezazo tuvo su gol, pero el guardameta rival no entiende de detalles individuales.

Camavinga y Courtois

Mientras tanto Camavinga se ha empeñado en ser un lateral del época y que el Bernabéu se ponga a sus pies. En una jugada en la que Aspas se quedó solo ante Courtois se le vio de fondo correr y correr y con muchos metros de desventaja acabó llegando. Le quitó el balón a Iago, lo mandó a la banda y eso era casi como un gol. Se le cayó hasta la coleta por el esfuerzo y sacó su melena de pelos al viento. Éxtasis en el Bernabéu.

Mención también para Courtois, que en un partido plácido demostró que es el mejor: en el tramo final Aspas se quedó ante él e hizo lo que hace ante tantos otros porteros. Le miró, le retó y le regateó. Pero a Thibout no se la hizo. El belga es un equipo entero. Lo saca todo.

Al Madrid le vienen ahora tres partidos con los que finiquitará la Liga. Girona el próximo martes, Almería (en el Bernabéu) el próximo fin de semana y a San Sebastián el siguiente martes. Los puede ganar todos perfectamente, es la magia de la primavera, pero esta Liga no depende de ellos. Haría falta mucho más que una explicación futbolística.