El Real Madrid se desconecta tanto de la Liga que cae con estrépito en Gerona

Que al Madrid le sobra la Liga y todos los esfuerzos tienen que estar en la Copa de Europa y la final de la Copa del Rey es ya conocido desde hace muchas semanas. Está perdida y es propiedad del Barcelona. Que eso no debe justificar noches como la de este martes en Gerona, también.

Sonrojante derrota del equipo de Ancelotti (4-2) en un encuentro malísimo, inexplicable, no a la altura de lo que es un Real Madrid. Por mucho que no haya nada en juego el nivel competitivo no se puede perder. El conjunto blanco ha salido goleado por el Girona con una actuación histórica de Taty Castellanos, un delantero que le ha metido cuatro goles.

El Madrid salió en Gerona a jugar al fútbol alegre, sin tensión, a divertirse. Y le salió mal. Muy mal. El Girona se puso 2-0 en el minuto 25 con dos arreones. Igual de enchufados estaban los de arriba que dormidos los de atrás.

El Madrid fue una verbena a nivel defensivo. Muchísimos errores para regalar gol tras gol. Hasta cuatro se llevó el equipo blanco. Todos fueron de Taty Castellanos, un delantero que bien puede explicar por qué el Barça es campeón de esta Liga. El primero lo hizo con un cabezazo libre de marca sin que nadie le molestara. El segundo en un error grave de Militao, que se tragó un pelotazo y no supo defenderlo. El tercero en una desconexión justo después de salir de vestuarios para jugar la segunda parte. Y el cuarto en otro remate de cabeza. ¡Cuatro goles! Histórico.

Cómo es el fútbol. Taty Castellanos fue el que se quedó en el Camp Nou solo ante Ter Stegen, sin oposición alguna, y la lanzó a tres metros de la portería. El fallo aquel fue grosero y le hubiera quitado un punto al Barça. Ese mismo Castellanos ha sido el que le ha metido cuatro goles al Madrid, el segundo en un cara a cara uno incluso más difícil que ese del Camp Nou. Pero ahora sí las metía. Póker goleador, el primero que lo hace en esta Liga.

En medio de esos cuatro goles hubo uno de Vinicius (era el 2-1) que se produjo en medio de una nueva persecución al jugador brasileño. Sufrió de lo lindo Vinicius, perseguido a nivel físico y verbal. El resultado acaba escondiendo la cacería que le prepararon. Él no es que ayude a tranquilizar la situación. Fue una falta tras otra (muchas sin pitar, para gloria del árbitro) y una figura –el defensor Santi Bueno– que vio la oportunidad de tener 90 minutos de fama por sacar de quicio al delantero del Real Madrid. Raíllo, Maffeo o Iván Alejo tienen competencia en este sentido.

Cuando un jugador ve que hace una entrada criminal al tobillo y no le pitan ni falta seguirá haciéndolo porque el árbitro así lo permite. Ese es el problema de esta Liga que da alas a los futbolistas que buscan en otros (en este caso Vinicius) una forma de ser admirados (en este caso por el antimadridismo) durante unos minutos.

También el Real Madrid tendrá que hacer autocrítica en este aspecto, concretamente Ancelotti. No era necesario sacar a Vinicius en un partido así, sin nada en juego, con un rival deseoso de desquiciarle. Y también el propio brasileño, que con gestos alimenta una polémica de la que él es la víctima. Eso sí, nunca se va de los partidos y lo pelea: de una jugada suya salió el 4-2 final ya en los minutos finales obra de Lucas Vázquez.

Nada de esto oculta ni minimiza bajo ningún concepto la noche histórica de Taty Castellanos, el hombre que fallaba ante el Barça y se emborrachó a goles con el Madrid. Cuatro le hizo a Lunin (Courtois no estaba por gastroenteritis) y el Girona se llevó una descomunal goleada dedicada al Manchester City, próximo rival del Madrid en Champions y del que el equipo catalán viene a ser un filial.