El desmadre de Joan Laporta en la celebración de Liga del Barcelona

El Barcelona ha celebrado a lo grande, como es normal, el título de Liga conseguido el pasado domingo. Con una rúa por la ciudad –acompañados por el equipo femenino–, el club culé ha festejado el éxito deportivo conseguido en España, algo que contrasta con lo hecho en Europa, que van de fracaso en fracaso.

En los festejos por la consecución de esta 27ª Liga el más eufórico no ha sido ni Xavi, artífice del título, ni alguno de los jugadores. El foco se lo ha llevado el siempre desmedido Joan Laporta, presidente de la entidad, que ha vivido la celebración como si de un aficionado más se tratara.

Y lo ha hecho todo como suele estar acostumbrado: a lo grande, sin recordar cuál es su cargo, desmadre incluido. Cuesta ver en un gran equipo de fútbol (no solo el Real Madrid en la figura de Florentino sino en la de cualquier otra gran entidad europea) a un presidente con estas actitudes tan desmedidas: saltos a lo loco con los jugadores, entonando cánticos cuál ultra, sacando el cava a la vez que celebra de una forma alocada...

No es ni mucho menos esto un delito y también hay que entender la gran presión a la que está sometido el presidente culé. Pero su forma de celebración –difundida incluso por los canales oficiales del Barça, que publicitan esa imagen disparatada de su presidente– no se ve en ningún otro equipo con la misma grandez (o más) que la entidad catalana.

«Es una liga muy trabajada. Es el campeonato de la regularidad y hemos sido muy fuertes. Espero que sea el primero de muchos títulos», celebró Laporta, que consideró a Xavi Hernández como «determinante» para ganar esta Liga: «Tenemos un gran entrenador, un gran staff. Estamos muy contentos de que esto siga».

Así, Laporta celebró el título totalmente desatado, sin distinguirse entre el presidente de la entidad y cualquier hincha o incluso jugador. Al día siguiente –el lunes– apareció en las instalaciones del Barça con gafas de sol y cuando comenzó la rúa del club por las calles de Barcelona fue el primero que se situó saludándoles de forma eufórica.

Y por supuesto que la euforia tiene que estar presente en este éxito deportivo. Laporta además tiene mucho que ver en ello ya que hipotecó el club el pasado verano, comenzó a vender patrimonio de la entidad (las famosas palancas) e hizo fichajes millonarios para darle a Xavi una plantilla competitiva. Y con un equipo nuevo, de muchos quilates, Hernández ganó la Liga mientras en competiciones europeas fracasaba.