Rodrygo hace de Vinicius y resuelve la insulsa victoria del Real Madrid ante el Rayo

Quiso Rodrygo que este partido no lo perdiera el Real Madrid. El equipo de Ancelotti estuvo al borde de ceder más puntos en una Liga que molesta, pero a última hora el brasileño asumió galones para, con una jugada individual, dar la victoria al Madrid ante el Rayo Vallecano (2-1).

Sin un gran ambiente de fútbol, con un Madrid más dormido de lo normal, el encuentro de homenaje y apoyo a Vinicius tuvo como principal interés ver a él, a Vinicius, en el palco. Sus compañeros en el césped se limitaron a cumplir con la obligación de jugar y al final ganar. No es poco para lo visto este miércoles en el Bernabéu.

El Rayo, con cinco acercamientos y algún que otro remate, inquietó en el Bernabéu. Era uno de esos partidos en los que la importancia era mínima –el Madrid ya no se juega nada más allá de una segunda plaza que ni interesa– y de ahí que pudiera haber cualquier susto.

Todo eso lo aplacó Benzema, el más listo de la clase. Recibió de Kroos un balón neutral (el árbitro lo puso en juego) y de forma rápida y cuando los del Rayo se quejaban de una jugada previa, se la cedió a Valverde y el uruguayo se la devolvió para que el francés, previo regate a Dimitrievski pusiera el 1-0.

Tuvo después dos grandes oportunidades el Madrid de irse ya al descanso con goleada: una jugada individual de Rodrygo que se desplomó en el momento más importante, cuando estaba ya para tirar y marcar gol, y otro cabezazo de Benzema que paró el guardameta rayista.

No hubo forma de ver un buen espectáculo este miércoles en el Bernabéu. El partido fue soporífero, de esos que todos sabían que tenían que jugar porque así lo manda el contrato. Y eso que Ancelotti sacó a gran parte de los titulares, pero ni unos ni otros mostraron muchas ganas. No hubo nada que contar.

Sin nada en el césped, la atención y el interés estaba en el palco, donde un Vinicius sonriente se sentó al lado de Florentino Pérez y recibió todo el apoyo del madridismo. Fotos, firmas y al menos un oasis de tranquilidad y apoyo en un campo de fútbol. Así debería ser en todos lados.

Empata De Tomás, decide Rodrygo

Mientras eso pasaba los compañeros de Vinicius en el césped se pasaban el balón y ya. No les podemos aquí contar si esta ocasión o esta otra porque no las hubo. El Madrid no quiso hacer nada y eso le costó caro.

Y es que en el minuto 84 Raúl de Tomás (excanterano blanco) cogió un balón al borde del área y metió un trallazo que sorprendió hasta a Courtois, que demostró ser humano. Eso era el 1-1 y no era ni mazazo: a pocos le interesaba lo que de verdad estaba pasando.

Cinco minutos después Rodrygo cogió un balón y vino a decir que al menos había que ganar. Aunque solo fuera por imagen. Una jugada que se la guisó él y remató pegado al palo, allí donde no puede llegar el portero. Lo más llamativo fue la celebración: se la dedicó a Vinicius puño en alto. Era el 2-1.

Este ha sido el penúltimo partido del Real Madrid en el Bernabéu. El próximo será en la última jornada. Antes, este sábado, juega en Sevilla un partido más que insignificante para los dos y otro encuentro más que molesta a un Madrid ya desconectado desde hace mucho tiempo de la Liga.