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Joao Félix, a la izquierda, en el banquillo del Metropolitano.AFP

La afición del Atlético la toma con Joao Félix con graves insultos

Al portugués le recibieron además con una sonora pitada en el estreno liguero en el Metropolitano

Como se esperaba, Joao Félix –el fichaje más caro de la historia del Atlético– no jugó en el estreno liguero del equipo rojiblanco. Ni siquiera calentó. Simeone no cuenta con él, la relación está totalmente rota y el futbolista tampoco está cómodo en Madrid.

Eso era lo que ya se sabía que iba a suceder. La duda era que reacción tendría la afición colchonera en el primer encuentro de la temporada en el Cívitas Metropolitano. Y la opinión quedó muy clara: no solo no hay perdón a Joao Félix sino que le espera un vía crucis en su propio estadio.

Y además con tintes muy preocupantes. Porque Joao fue recibido con insultos muy graves ante los que podría entrar el Comité Antiviolencia. Parte de la grada del Metropolitano (no toda) entonó un cántico xenófobo que ya se utilizaba cuando Cristiano Ronaldo estaba en el Madrid: «Ese portugués que hijo p... es».

El cántico, totalmente reprobable, supone un ataque inadmisible en el deporte y más en un tiempo en el que se está luchando contra el racismo y cualquier tipo de discriminación en el fútbol y en los estadios. Y aquí además es que son gritos e insultos proferidos a un jugador por parte de su propia afición.

Eso ocurrió una vez terminó este partido de la primera jornada de Liga (victoria por 3-1 del Atlético), momento en el que los suplentes se ejercitaban en el césped del Metropolitano. Con parte aun de la hinchada rojiblanca presente se escucharon estos insultos que tampoco duraron mucho toda vez que Joao Félix se retiró a vestuarios pronto.

Si bien en este tema de graves insultos no se puede generalizar, porque no fue ni mucho menos toda la afición, donde sí hubo unanimidad fue en el recibimiento al jugador cuando se dijo su nombre por megafonía antes del partido. La pitada fue monumental.

Su situación está clara: está sentenciado por la afición. Y también por el entrenador, que tras el partido dijo que jugará «si está mejor que Memphis, Correa, Morata y Griezmann». Es decir, es el quinto (de cinco) y prácticamente no tiene posibilidades. Su futuro –y por el bien de todas las partes– es una salida.