El Valencia saca su mejor versión y machaca a un irreconocible Atlético de Madrid

Después de un inicio liguero inmaculado que les daba esperanzas para soñar, el Atlético de Madrid ha decepcionado a sus aficionados y ha firmado su primera derrota de la temporada. Los rojiblancos no tuvieron su día y cayeron ante un Valencia que demostró, en todo momento, que en Mestalla es un equipo muy peligroso y que se va a dejar muy pocos puntos ante su gente (3-0).

Visitar Mestalla es una de las salidas más complicadas de la temporada. El Valencia es un equipo muy duro de roer cuando juega ante su gente y el Atlético lo sufrió en sus propias carnes. Los del Cholo Simeone salieron dormidos y no pudieron contener el buen inicio de los de Rubén Baraja.

El inicio de los valencianistas fue tan bueno que, en el minuto 4, Hugo Duro encontró el premio del gol. El Valencia robó en el centro del campo y Sergi Canós sacó su magia para dejarle en bandeja el 1-0 al delantero madrileño, que superó por alto a un Jan Oblak que nada pudo hacer.

Varapalo importante para los rojiblancos nada más empezar. El gol les dejó muy tocados y el Valencia aprovechó esa situación para seguir haciendo sangre. Los de Rubén Baraja firmaron unos primeros minutos buenísimos, que recordaron a los años dorados del conjunto ché.

El Atlético no estaba sabiendo contrarrestar las embestidas valencianistas y estaba siendo incapaz de desplegar ese fútbol tan vertical que le dio buenos resultados en los primeros cinco partidos ligueros. Tal fue el despiste colchonero que en el minuto 34 la renta aumentó. Hugo Duro volvió a vestirse de héroe y se marcó una jugada maradoniana para hacer el 2-0.

El segundo gol valencianista provocó el despertar del Atleti. Los rojiblancos sabían que estaban teniendo un partido para olvidar y se fueron hacia la portería defendida por Mamardashvili. Pero el guardameta georgiano estuvo muy atento y le mandó un mensaje a la delantera colchonera diciendo que hoy lo iban a tener difícil para superarle.

Javi Guerra sentencia al Atlético

Era evidente que el primer tiempo del Atlético de Madrid había sido catastrófico. El Valencia estaba siendo muy superior a los rojiblancos y sabían que tenían una oportunidad de oro para conseguir una victoria de prestigio.

El Atlético confiaba en mejorar en el segundo acto para guardarse una mínima opción para remontar, pero en el minuto 54, el canterano Javi Guerra se sacó un señor latigazo desde fuera del área e hizo el 3-0 que dejaba completamente muertos a los del Cholo Simeone.

Con una renta de tres goles de diferencia, el Atlético sabía que ya no tenía nada que hacer y se puso a amasar el balón de un lado a otro para intentar, al menos, marcar el gol del honor y 'maquillar' la goleada valencianista. Pero los de Rubén Baraja estaban dejando claro que en defensa también son un equipo muy solvente. No hubo tiempo para más. Éxtasis en Mestalla y decepción para los rojiblancos a una semana del derbi madrileño en el Metropolitano.