Los 100 partidos de Xavi Hernández, el entrenador que se asentó en el banquillo del Barça rompiendo su ADN

5 de noviembre de 2021. Ese día empezó la era Xavi en el FC Barcelona. Y lo que se encontró a su llegada nada tiene que ver con lo que está viviendo a día 7 de octubre de 2023. Es decir, casi dos años después, Xavi ha pasado del infierno al averno con el club de su vida y de sus amores.

Y la que ha conseguido Xavi es una cifra importante. El catalán ha llegado a los 100 partidos como entrenador del Barça, lo que se traduce en 63 victorias, 18 empates y 19 derrotas. Sin ningún tipo de dudas, Xavi ha conseguido unas buenas cifras desde que se sentó por primera vez en el banquillo del Spotify Camp Nou (ahora se sienta en el del Lluís Companys, por obras en el feudo barcelonista).

Sin embargo, estos 100 partidos de Xavi no se han caracterizado por lo que dijo cuando llegó a Can Barça. «Llevo media vida en el Barça y, cuando empatábamos o perdíamos, esto era un funeral. Aquí, perder tiene consecuencias. Somos el mejor club del mundo y hemos de ser excelentes en todos; no vale el notable. Eso es lo que quiero transmitir a los jugadores».

«Entendemos el juego como un juego de posición. El sistema puede cambiar, pero no queremos especular, queremos ser protagonistas, dominar el balón. Queremos presionar alto, recuperar la pelota en campo contrario, ser agresivos, ser intensos y crear ocasiones de gol», reconoció Xavi.

Xavi rompe con el ADN Barça

Xavi siempre ha hablado mucho de ADN Barça y el catalán se refiere al modelo deportivo y formativo que implementó el conjunto azulgrana en el final de la década de los 80. Por aquel entonces, el mítico Johann Cruyff era el entrenador culé y el neerlandés sentó las bases de lo que, posteriormente, llevaron a cabo Frank Rijkaard o Pep Guardiola.

Pero la realidad es que, 100 partidos después, Xavi no cumple con ese ADN Barça que tanto prodigaba. El actual Barcelona se caracteriza por todo lo contrario: se conforma con el unocerismo, con marcar goles de rebote, con perder tiempo cuando las cosas son favorables (en vez de ir a marcar más goles) y, sobre todo, el alto número de faltas cometidas por partido. Es decir, Xavi Hernández se ha retratado a sí mismo futbolísticamente.

Aun así, el Barça sigue confiando en él. Ha renovado recientemente hasta junio de 2025. Y no es para menos. Como técnico blaugrana, Xavi ya sabe lo que es tocar la gloria. Ganó la Supercopa de España de 2023 (1-3 al Real Madrid en Arabia Saudí) y LaLiga 2022/2023. Lo único que le falta a Xavi es ganar la ansiada Champions, algo que se le viene resistiendo al conjunto catalán desde el año 2015 (cuando el Barcelona ganó a la Juventus en Berlín) y donde ha acumulado fracaso tras fracaso en las últimas temporadas (eliminaciones inesperadas y no conseguir pasar de grupos).

Además, otro aspecto reseñable es que Xavi ha mantenido, parcialmente, su apuesta por la cantera. En la actual plantilla del Barça se puede decir que los únicos canteranos son Gavi, Pedri, Araujo, Balde y Lamine Yamal. El resto (Abde, Nico, Ansu Fati, Eric García...) no están en el Barça. En lugar de apostar por gente de la casa, el conjunto azulgrana ha optado por traer a Lewandowski, Gündogan, Koundé, Christensen... jugadores que no son ADN Barça.

En definitiva, Xavi sabe que la directiva del Barça confía en él, pero el egarense es consciente que el conjunto azulgrana vive de la exigencia y que si no gana más títulos, a Joan Laporta probablemente se le acabe la paciencia.